Un homenaje realista y humanizado
La película, que recorre una de las etapas más oscuras en la vida de la recordada Judy Garland, sorprende por la excelente actuación de Renée Zellweger.
La gran actuación de Renée Zellweger que le valió varios premios y está entre las favoritas para el Oscar del 8 de febrero, llega a las salas argentinas. El filme que narra parte de la vida de Judy Garland, probablemente su etapa más oscura, es una propuesta a la medida de su protagonista, que logra encarnar a la histórica actriz de forma excelente.
La historia arranca mostrando algunos fragmentos de la infancia de Garland, cuando era explotada por el estudio para el que trabajaba en sus primeros años. De allí, se traza un puente al tiempo en el que llegaba a su ocaso como actriz, debía dejar a sus hijos por no poder cuidarlos y debía partir a Inglaterra para tratar de ganar dinero.
Como si aquellos tiempos de esclavitud en su niñez hubiesen dejado muchas heridas imborrables en su cuerpo, su mente y su alma, que se lograban colar hasta en sus tiempos más oscuros. Un filme que no intenta celebrar a Garland, pero que sin duda funciona como el homenaje más realista que se podía hacer de ella, con sus grises y negros, lejos del estrellato y más cerca de su humanidad.