El director Rupert Goold no tiene un gran repertorio de películas, pero en 2015 dirigió "Falsa identidad", protagonizada por James Franco y Jonah Hill, un film de misterio y drama que tuvo una buena recepción. En este caso nada se compara a ella, vuelve a la pantalla grande con una biopic que lo ayudó a volver a posicionarse. Últimamente hay un auge por ver la biografía de grandes artistas, ya lo vimos en "Rocketman" y "Bohemian Rhapsody".
Ahora es el turno de la gran actriz y cantante Judy Garland, interpretada por Renée Zellweger. Una trayectoria intachable, una voz y actuación súper aclamada en El mago de Oz que encandiló a todos y la pone en el ojo de los medios. Con 2 hijos pequeños debe ingeniárselas para poder seguir con su carrera y cuidarlos - pero lamentablemente le toca elegir por uno de las dos.
La carrera de cantante es muy exhaustiva - conciertos, viajes y sacrificios. A Judy nada la detiene y su amor por este arte hace que luche por mantener sus dos amores juntos. La vemos pasar por todo este camino de logros y la búsqueda de refugio en su familia en sus momentos más difíciles, que es cuando el cuerpo te pasa factura.
Los efectos especiales y vestuario son simples pero bien usados. El foco está en el sonido, el drama y sin dudas en Renée, quien se lleva todos los aplausos por esta gran actuación. Tantos son los aplausos que es la gran candidata a ganar el Oscar como mejor actriz. El resto del elenco, entre los que se encuentran Rufus Sewell y Jessie Buckley, está muy bien elegido pero no logran un destaque.
Sinceramente, es necesario ver este film, conocer la historia de una gran estrella y ver una gran interpretación - un combo estupendo. Piel de gallina al escucharla cantar y saber que todo su talento fue heredado a Liza Minnelli.
Calificación: 8.5/10
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