Los buenos sustos finales no redimen las zonceras previas
El estilo "Proyecto de la Bruja de Blair" se muda a Ucrania para este flojo film de terror que por lo menos tiene algunos detalles pintorescos, en general en su intento de apelar a la historia para darle cierta verosimilitud al delirio que intenta narrar.
Entre estos detalles pintorescos sobresale la serie de documentales que están produciendo unos cineastas estadounidenses en Ucrania. El título, "Caníbales del siglo XX", lo dice todo. La idea del supuesto documental gira en torno a un célebre asesino serial ucraniano, Andrei Chickatilo, buscando también los antecedentes de canibalismo ucraniano en los oscuros tiempos en los que Stalin sometió al pueblo de Ucrania en una terrible hambruna que pudo haber provocados hechos de canibalismo.
Como suele suceder en estos casos, la acción avanza lentamente mientras los protagonistas buscan sobrevivientes de la hambruna y se topan con referencias a que los eventos relacionados con el canibalismo podrían haber tenido que ver con la intervención de fuerzas sobrenaturales. Sintetizando, la trama lleva a parte del equipo de documentalistas a visitar un horrible lugar donde pulula el espíritu de Chikatilo.
Las imágenes se vuelven extremadamente fuertes hacia los 20 minutos finales, quizá demasiado tarde sobre todo teniendo en cuenta lo previsible y obvio del argumento que no deja mucho margen a la sorpresa, el desenlace por más contundente que pueda parecer no logra redimir los absurdos vericuetos previos.
Dentro del estilo de falso documental, no es de lo peor que se ha visto, y salvo algunas imágenes realmente siniestras no hay mucho que recomendarle ni siquiera a los menos exigentes fans del género.