Jugando con Fuego es de esas comedias que no pueden ser tomadas en serio ni por un minuto. A pesar de que su humor es ridículo y exagerado, la trama logra entretener lo suficiente como para no querer abandonar la sala de inmediato.
El Subcomisionado Jake Carson (John Cena) es el jefe de un escuadrón de Aereo-Brigadistas, una categoría de bomberos que se encargan exclusivamente de rescatar o apagar incendios, ubicados en los bosques de California y que junto con su equipo de expertos se encargan, muy meticulosamente, de estar siempre atentos de cualquier situación que los requiera. En una jornada de rescate, Jake terminará salvándole la vida a tres hermanos que se encontraban en una cabaña sin sus padres. Ahora Jake y su escuadrón deberán hacerse cargo de los niños e intentar no perder la paciencia con ellos y apagar más de un incendio, pero dentro de su recinto.
Dirigida por Andy Fickman (Paul Blart: Mall Cop 2, 2015) y escrita por Matt Lieberman (Los Locos Addams, 2019) y Dan Ewen, Jugando con Fuego (Playing with Fire) sigue con la corriente de película de su director y al igual que sus trabajos previos, esta comedia tiene como principal concepto que el humor brilla por su ausencia por el abuso de las situaciones absurdas y que no son sucedidas de ningún tipo de consecuencia concreta. El guion tiene una premisa simple y de enganche fácil pero tiene una ejecución no lamentable, pero casi. Este abuso de “humor” físico y situaciones hilarantes no logran establecer un patrón de comedia a lo largo de todo el metraje y junto con una estructura demasiado liviana todos los eventos que suceden, vienen de o van hacía otro de igual o mayor nivel de absurdo, casi haciendo que la película parezca un programa de sketches. Es más, casi impropio de la mano de su director, cuando mejor el espectador la puede pasar es cuando el absurdo queda de lado y los temas que se tratan con más “profundidad” están ejecutados mucho mejor que la parte que pretende hacer reír. Obviamente que los recursos cinematográficos no abundan y a pesar de algunos buenos momentos en donde se juega con la puesta, el montaje y la edición y mezcla de sonido, no hay demasiados elementos que se puedan destacar. Algo que merece ser destacado, dato no menor, es que la película a pesar de tener todas estas cualidades logra entretener al espectador, de una manera olvidable y pasajera, pero entretener al fin.
Las actuaciones de todos los miembros del elenco son cuestionables, no hay un sólo protagonista que brinde una sólida actuación y mucho se debe a lo que le propone el guion pero también a las aptitudes que cada parte pueda brindar para hacer una interpretación sólida. John Cena evidentemente le gusta este tipo de películas y papeles, pero sus dotes de actuación no coinciden con sus ganas, lamentablemente para él y para todos los espectadores. Quienes ocupan un rol secundario son: Judy Greer, Keegan-Michael Key y John Leguizamo como parte del elenco “adulto” y todos son desaprovechados. Por el lado de los chicos, Brianna Hildebrand, Christian Convery y Finley Rose Slater hacen lo mejor que pueden pero a pesar de sus ganas poco pueden ayudar a que la película se salve.
Jugando con Fuego es la típica comedía familiar insulsa que puede llegar a causar gracia y provocar risa por la exageración de situaciones y por el exceso de humor físico más que por ser estrictamente graciosa. A pesar de todo, el entretenimiento está garantizado a pesar de que una vez que los espectadores salgan de la sala muy probablemente el filme sea olvidado.