No hay nada más pochoclero en esta década que jugar con la nostalgia de los espectadores, y esta segunda entrega: Jumanji: el siguiente nivel (Jumanji, The Next Level) es una más de estas películas que nos devuelven un poco de los 90s.
La película nos introduce en un 2019, tres años después de la aventura en Jumanji: En la selva (2016). Spencer Gilpin (Alex Wolff), Anthony “Fridge” Johnson (Ser’Darius Blane), Martha Kaply (Morgan Turner) y Bethany Walker (Madison Iseman) están en su etapa universitaria desperdigados por todo Estados Unidos y se aproximan las fiestas, entonces todos vuelven a su ciudad a encontrarse con sus familia, y de paso reencontrarse en un brunch.
Spencer es el único quien no se muestra feliz por la reunión, y tras hablar con su abuelo Eddie (Danny Devito), comienza a contemplar la idea de regresar a Jumanji donde sentía que tenia un propósito. Al día siguiente, sus amigos visitan su casa y se reúnen con el abuelo de Spencer, Eddie, quien se está recuperando de una cirugía de cadera, y el ex amigo de Eddie, Milo Walker (Danny Glover), quien lo visita por primera vez en 15 años luego de que se pelearan. Mientras los protagonistas están buscando a Spencer, comienzan a escuchar los tambores de Jumanji. E intuitivamente tanto ellos como nosotros, sabemos que nos está llamando.
Dentro del juego, Martha se encuentra a sí misma como su avatar Ruby Roundhouse (Karen Gillan), pero Fridge se convierte en el avatar de Bethany, el profesor Sheldon Oberon (Jack Black), mientras que Eddie y Milo se convierten en avatares del Dr. Xander Bravestone (Dwayne Johnson) y Franklin Finbar (Kevin Hart), respectivamente. Después de instruir a Eddie y Milo sobre las reglas del juego.
Pero no todo es lo que parece en esta secuela, porque el juego cambió, los escenarios cambiaron, la historia (es básicamente la misma pero) cambio y los avatares cambiaron. Ahora casi todos los personajes deben adaptarse a sus nuevos avatares, en especial los abuelos.
La película sigue los pasos de su antecesora, lo cual quiere decir que hace las mismas cosas mal, y las mismas cosas bien. Nunca dejan de pasar cosas y la acción es continua, así que la película se pasa volando. Es entretenida de principio a fin, los personajes nuevos le suman una nueva chance a Kevin Hart y Dwayne Johnson a actuar como tus vecinos del centro de jubilados de PAMI. Y aunque no lo piensen, es increíblemente gracioso y divertido.
Claro está, que el film peca un poco por tratar de ser mainstream en cometer errores de toda película pochoclera; Más exposición de la que necesitamos, ya que los personajes adolescentes deben explicarle todo el tiempo a los adultos mayores como funcionan sus personajes y el juego en general.
Jumanji no es un juego como cualquier otro, y a pesar de toda la nostalgia agregada que nos trajo esta saga. No podemos dejar de aclarar que a veces queda corta y tiene algunos errores de continuidad que… probablemente un mago lo hizo.
Para disfrutar Jumanji: el siguiente nivel en su esplendor vayan a verla al cine, la cinematografía y los efectos son geniales, y en la gran pantalla siempre se lucen más.