Transformación en la selva
Mucha gente dice que el público se renueva, y que de tanto en tanto es bueno acercar propuestas ya vistas, pero con un enfoque diferente, el que, de manera colateral, no sólo atraerá nuevos espectadores, sino que, principalmente, impulsará a que aquellos que ya conocen el espectáculo se sumen por la simple curiosidad de ver qué hicieron con el material disfrutado con anterioridad, aunque también se lo haga para juzgarlo.
El caso de Jumanji: En la selva (Jumanji, 2017) además trae la buena nueva de apostar por una mirada distinta a la película con Robin Williams que en 1995 intentó recuperar el cine de aventuras en la pantalla grande, y que impulsó una sinergia de negocios asociados que la potenció como marca.
Un joven es absorbido, misteriosamente, por un juego de mesa encontrado oportunamente en una playa. A partir de ahí la maldición que rodea a Jumanji se trasladará a un grupo de adolescentes en detención (cualquier similitud con El club de los cinco no es casual), los que pasan al otro lado de la interfaz e intentan regresar de cualquier manera al mundo real.
Desde ese punto de inflexión, Jumanji: En la selva comienza un relato sobre las peripecias vividas por cuatro jóvenes, dos hombres y dos mujeres, los que, en el otro lado verán algunas transformaciones en sus cuerpos, y no así en sus personalidades.
La película que recupera lo mejor de las grandes películas familiares de antaño, el director Jake Kasdan (Malas enseñanzas, Nuestro video prohibido) decide utilizar el humor para reforzar el espíritu lúdico, sumado a un guion en el que predomina la base de la nueva comedia americana con gags y punchlines que impulsan la narración y el sinsentido de la historia.
Entre la aventura y la comedia es que Jumanji: En la selva deja su impronta, apoyándose además en las actuaciones del elenco protagónico, que abarca diferentes generaciones para conquistar a todo tipo de público, aunque algunas líneas del guion puedan ser incómodas para los más pequeños. Haciendo esa salvedad, la película se disfruta de una manera notable desarrollando una épica diferente que, sin lugar a dudas, traerá más producciones a la brevedad.
Atención a Jack Black como una adolescente frívola y exhibicionista, atrapada en el cuerpo de un hombre, y a Dwayne Johnson como un miedoso explorador, que en realidad teme a los animales así como expresar sus emociones a pesar de su tamaño.