En 1995 se estrenó “Jumanji”, una película que no pasaría de moda y que quedaría en la historia como un clásico de la cinematografía. Es por eso que cuando se anunció el deseo y la concreción de una nueva cinta sobre esta historia, el temor comenzó a rondar. Tal vez su reboot fue innecesario, pero de todas formas le encontraron la vuelta para otorgarnos un film muy bien realizado, con un buen elenco y un guión divertido.
Todos recordarán la historia de “Jumanji”, donde dos niños recién mudados con su tía a una mansión encuentran un juego de mesa ya empezado y suman a una antigua participante a la jugada. Luego se anexará Alan Parrish, el dueño original del juego (y de la casa) para concluir esta peligrosa y real partida. En “Jumanji: En la Selva” nos encontramos con una versión más actualizada y cercana a nuestros tiempos, donde en vez de un juego de mesa clásico y algo anticuado tenemos un videojuego de los años ‘90 que abdujo a un chico. Años después llegarán a él cuatro chicos muy distintos entre sí pero que comparten una hora de detención en la escuela. Allí se embarcarán en una aventura dentro de la pantalla, tomando la forma de cada uno de los personajes seleccionados. Una vez metidos en el juego deberán superar una serie de obstáculos y misiones para poder salir de ahí y regresar a casa.
A simple vista este reinicio de la trama no tenía mucha razón de ser y podría estar justificado únicamente en el rédito económico. Pero a medida que el relato avanza nos damos cuenta de que buscaron realizar algo diferente y que dista bastante del producto original. Y esta novedad le brinda una frescura a la historia que, sumado con el buen guion, los chistes atinados y la sorpresa, genera una sólida efectividad dentro de la cinta.
Los personajes están muy bien delineados y acompañados por figuras como Dwayne “The Rock” Johnson, Jack Black, Kevin Hart y Karen Gillan, que no sólo imponen su presencia artística, sino que realizan muy buenas composiciones gracias al desarrollo de sus papeles y su gran experiencia en el género de la comedia. Los que más se destacan son Black, que interpreta a un personaje totalmente distinto a él y lo hace de una manera tan sutil que provoca mucha gracia; y Hart, quien logra llevar a cabo los chistes escritos para su rol de una muy buena forma.
Tal vez en su contra podemos decir que el cuarteto protagónico se enfrenta a un villano desdibujado y que carece de poder, mientras que también existen algunos diálogos con sobreexposición de información de los pasos a seguir que son innecesarios.
De todas maneras, “Jumanji: En la Selva” resultó una grata e inesperada sorpresa, debido a que tomó la gran decisión de no retratar idénticamente a su película antecesora, sino que buscó hacer algo único, novedoso y actual, que funcionó por sus propios medios. Probablemente no quede en la historia como el clásico que fue la cinta de 1995, pero al menos no la recordarán como la remake innecesaria o mal llevada a cabo. El film presenta una aventura entretenida a partir de un guion ágil y divertido (con chistes eficaces) y un grupo de personajes entrañables.