La película se divide en dos partes: la presentación de los personajes, un aventurero israelí Yossi Ghinsberg (interpretado por Daniel Radcliffe, logra una destacada actuación y se preparó de forma tan profesional que hasta perdió varios kilogramos de peso), se encuentra con dos amigos: Marcus (Joel Jackson, seria para Tv Safe Harbour), Kevin (Alex Russell, “Carrie”) y aparece un hombre enigmático (Thomas Kretschmann, “King Kong”) que los convence en realizar un viaje a la selva para descubrir tribus perdidas, entre otros misterios.
La otra parte está en la pérdida, el desencuentro de sus amigos y la soledad, esta la lucha de Ghinsberg por volver a la civilización, después todo se vuelve monótono, reiterativo, con planos y silencios que se alargan, escenas desagradables como por ejemplo el momento en que se come un huevo.
Cuenta con tomas panorámicas sublimes, una maravillosa fotografía y además se encuentra muy bien ambientada en 1980, una delicada banda sonora, basada en hechos reales, una vez más se muestra la supervivencia de un hombre aislado de todo, en un lugar desconocido y lleno de obstáculos. Quizás tenga alguna similitud a “127 horas” y “Náufrago”, entre otras.