Disney se inspira en Disney. Y ofrece, para las vacaciones de invierno, este film de aventuras que, además, duplica la presencia en cartelera de la inglesa Emily Blunt, también protagonista en Un lugar en silencio: parte 2. Sobre el juego del mismo nombre de su famoso parque temático Magic Kingdom, donde se realizó su premiere mundial, Jungle Cruise hace de Blunt una especie de Indiana Jones con faldas, Lily Houghton, que arrastra a su hermano (Jack Whitehall) hasta la Amazonia después de haberse robado un poderoso y antiguo talismán codiciado desde la conquista española.
Con dirección del catalán Jaume-Collet Serra y secundarios (los conquistadores, precisamente, pero no spoileemos) a cargo de grandes comediantes españoles como Dani Rovira, Jungle Cruise es un divertido film de aventuras que se apoya en la química entre Lily y Frank Wolff, el guía interpretado por Dwayne “La Roca” Johnson que los lleva hacia el peligroso destino. La dinámica entre ellos funciona, mucho más desde el humor que desde el forzado tono romántico hacia el que avanzan los personajes (que, de todas maneras, no molesta).
Y la aventura también, sumando situaciones de acción y efectos especiales mientras los protagonistas se internan en la jungla, perseguidos por el magnate que quiere recuperar lo suyo pero también por otros que llevan unos quinientos años interesados en lo mismo. El espectáculo está servido, Collet Serra sostiene el nervio de un entretenimiento ATP y su elenco acompaña con ganas, ayudados por graciosos one liners, sobre todo en la primera parte. Aún con esos elementos, Jungle Cruise se parece demasiado a demasiadas películas, empezando por Piratas del Caribe y siguiendo con Indiana, con guiños a La Reina de África, La Momia, por nombrar solo algunas que vienen a la cabeza en forma inmediata, inevitable.