Este se le primer largometraje de Pablo Solarz, pero cabe destacar que fue el guionista de: “Historias mínimas” de Carlos Sorín y “¿Quién dice que es fácil?” y “Un novio para mi mujer” ambas de Juan Taratuto, entre otras películas nacionales, además dirigió varios cortos y también teatro.
La trama gira en torno a Javier Gross (Peto Menahem) un guionista, adicto a su trabajo, se pasa todo su tiempo escribiendo y pensando historias, estas luego se transformarán en films, no se ocupa de nada, no le presta atención a nadie; para colmo se encuentra rodeado de mujeres que requieren de su atención constante.
Su esposa es Lucía (Malena Solda), siente que él no le presta atención, ni si quiera cuando le confiesa que tuvo relaciones con su vecino Gerardo (Sergio Boris), como si nada sigue aislado de todo y lo abandona.
La única mujer que lo escucha es su terapeuta (Marta Lubos); por otro lado esta su madre (Mirtha Bunselli), reclama su atención, lo va a visitar a su casa, este casi siempre la atiende en la puerta, ella vive medicada y es algo neurótica; al tiempo conoce a Laura (Florencia Peña) es disciplinada, sumisa, y hasta tolera que confunda su nombre con el de su ex y pronto conviven.
Los espectadores también vivimos las historias creadas por Gross, la vamos viendo fragmentada sus historias y hasta el desenlace de la película, quien forma parte de esto es un personaje como un padre (Luis Luque) lleno de odio y al borde de la locura, que traslada con su esposa Sofía (Silvia Kutica) y sus hijos, hacia Mar del Plata pero todos terminan en otro lugar y frente a diferentes conflictos; y seguramente tiene algo del narrador.
El film comienza como una comedia romántica con enredos, con una buena presentación que está relacionada con la historia, luego tiene algo de comedia negra, la mezcla de realidad y ficción, una buena utilización de flashbacks y por momentos tiene un ritmo lento en lo narrativo; toca el ego del cineasta, como el mismo Woody Allen, Peto Menahem construye un buen personaje; Malena Solda esta mas contenida y acompaña muy bien; Florencia Peña en una buena composición de personaje, para divertirse con dos historias en una película, con todas sus desventuras, conflictos y para reflexionar.