Salvar a los animales
“Jurassic World: El Reino Caído” (Jurassic World: Fallen Kingdom, 2018) es una película de aventuras que funciona como secuela de “Jurassic World: Mundo Jurásico” (Jurassic World, 2015), cinta que tuvo un gran éxito en taquilla. Ahora la dirección pasó a manos del español J. A. Bayona, reconocido por los dramas “Lo Imposible” (The Impossible, 2012) y “Un Monstruo Viene a Verme” (A Monster Calls, 2016). En el guión vuelven a estar Derek Connolly y Colin Trevorrow, así como Chris Pratt y Bryce Dallas Howard continúan siendo los protagonistas. Además el reparto incorpora caras nuevas tales como Rafe Spall (“Black Mirror”, “El Ritual”), Daniella Pineda, Justice Smith (Radar en “Ciudades de Papel”), Geraldine Chaplin, Isabella Sermon, Ted Levine, Toby Jones, entre otros.
Tres años después de los hechos ocurridos en Jurassic World, el volcán de la Isla Nublar comienza a erupcionar. Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) ahora forma parte de un grupo de protección de los dinosaurios, por lo que su objetivo es salvar a los animales de la extinción. Sin embargo, el veredicto del Senado no la favorece, ya que éste dicta que es mejor dejar morir a los dinosaurios en la isla (el doctor Ian Malcolm piensa que la misma naturaleza está reparando el error que cometió John Hammond tiempo atrás). Luego del llamado de Benjamin Lockwood (James Cromwell), ex socio de Hammond, Claire se reúne con Eli Mills (Rafe Spall), aliado que le cuenta su plan: transferir a los animales a una nueva isla donde vivirán libremente, sin interferencia humana. Entusiasmada por la idea, Claire convence a Owen Grady (Chris Pratt) para que se una a la misión. Junto al analista Franklin (Justice Smith) y la paleo-veterinaria Zia (Daniella Pineda), los ex enamorados volverán a pisar la Isla Nublar.
Estamos ante una secuela con más variedad de especies, mayores secuencias de acción y una trama que cambia rápidamente de escenario. Esto hace que el filme no se detenga ni un segundo, siendo fácil como espectador estar del lado de Claire y Owen desde el comienzo. Se nota un gran cambio en el personaje de ella con respecto a la cinta del 2015, tanto su personalidad como su forma de vestirse ya no son las mismas, es una mujer más decidida que tiene convicciones claras. Por suerte los tacos no forman más parte de su calzado, por lo que su manera de correr ahora sí resulta creíble.
Gracias al guión, la película tiene varios momentos muy divertidos, en especial cuando el foco está puesto en el hacker interpretado por Justice Smith, un nerd que se pone muy nervioso al estar en el hábitat de los dinosaurios. En cuanto a estos últimos, siguen teniendo una enormidad y realismo increíbles, además de una violencia que en más de una escena puede impresionar a los más pequeños.
Si analizamos a “Jurassic World: El Reino Caído” como un todo, es muy notorio cómo quisieron incluir muchas temáticas en una sola cinta. Por un lado está el debate más que interesante entre los humanos sobre cuál es la mejor decisión: si dejar que los dinosaurios mueran con la erupción del volcán o si merecen ser salvados. Luego se hace hincapié sobre la ambición de los empresarios, las ansias por acumular millones a costa de la venta de animales que se están por extinguir. Lo peligrosos que pueden llegar a ser los experimentos genéticos también es otro tema, ya que luego el ser vivo creado de esa manera puede llegar a ser letal para la población. Incluso se le da espacio a la clonación de humanos, lo que genera que la película quede muy sobrecargada.
Como era de esperarse, siguen habiendo muchas situaciones inverosímiles, por ejemplo que una giroesfera de la isla Nublar luego de que pasaron años siga funcionando lo más bien o que una persona corriendo pueda zafar de los animales. En ciertos momentos algunos personajes accionan de una manera no tan sabia, no obstante el entretenimiento nunca decae.
“Jurassic World: El Reino Caído” supera a su predecesora por tener más participación de la adorable y luchadora velociraptor Blue; porque en su segunda mitad aparte de acción incorpora secuencias de terror así como en varios momentos uno sufre al ver a los dinos pasarla mal; y porque los personajes nuevos nunca se sienten forzados (gran elección de casting de Isabella Sermon, niña que tiene un rol importante como la nieta de Lockwood). Su desenlace da muchas ganas de ver la tercera parte, por lo que habrá que armarse de paciencia hasta el 2021. Por el momento, a disfrutar de esta secuela súper digna.