Después de la lacrimógena Un monstruo viene a verme, el catalán Juan Antonio Bayona (Lo Imposible, El Orfanato) se hace cargo del nuevo capítulo de la franquicia que relanza el universo dinosaurio de Spielberg/Crichton, Jurassic World. Y lo hace con una película previsiblemente libre de spoilers, en cuanto se sabe lo que ofrecerá.
Aún sin información extra, Fallen Kingdom se percibe como eslabón entre la primera, Jurassic World, y la que vendrá. Capacitado narrador y amante del cine de acción, con un presupuesto enorme en impecables FX, Bayona ofrece un concierto -muy sobre orquestado- de secuencias de aventuras, entre el homenaje a la saga, a Spielberg, y algunas ideas propias. Abre con una secuencia impactante, lluviosa y nocturna, que revela la existencia de unos gigantescos monstruos marinos.
Buena antesala para el regreso de la tía Claire -Bryce Dallas Howards-, que después del desastre del parque temático se empeña ahora en salvar a la especie de la extinción final, una decisión política. Parece que su proyecto en defensa de la vida animal tiene las de perder, cuando la convoca un millonario que le ofrece la posibilidad de rescatarlos. Una empresa arriesgada, que requiere de Owen -Chris Pratt-, el hombre que susurra a los dinosaurios.