Jurassic World

Crítica de Diego Paz - La cuarta pared

Pasaron 22 años desde que, repentinamente, todos nos convirtiéramos en expertos paleontólogos y saliéramos a comprar el número especial de "Conozca Más" que hablaba todo sobre dinosaurios. Pero... ¿seguimos tan interesados en estos bichitos, o ya perdieron la magia?

Uno no tiene más que entrecerrar un poco los ojos, agudizar un poco la mirada, para darse cuenta que Jurassic World tranquilamente podría estar hablando de la actualidad de Hollywood y esa necesidad imperiosa por mantener siempre vigente las grandes franquicias cinematográficas (incluyendo la propia Jurassic Park): el estancamiento es la muerte, y constantemente hay que llevarle al público algo nuevo, más grande y más ruidoso, que parezca ser original, pero que, adentro, en su construcción, no sea más que un rejunte de cosas ya vistas.

Correcta o no dicha lectura -algo cínica, quizá-, sin dudas esta nueva entrega es la que mejor supo mantener y revivir ese espíritu de la original de Spielberg, tomando incluso por momentos una estructura bastante similar: Claire (Bryce Dallas Howard), una suerte de Manager Administrativa a cargo de todo el manejo del parque, recibe a dos niños de su familia, en esta oportunidad sus sobrinos Gray (Ty Simpkins) y Zach (Nick Robinson)... porque siempre tiene que haber uno o dos nenes en la saga, junto a un adulto que al principio los ignore pero luego aprenda a quererlos. Cuando inevitablemente surge una falla en la seguridad de las instalaciones y la situación se sale totalmente de control, Claire recurre a un experto en el tema; en este caso, no un paleontólogo, sino un ex-militar devenido en entrenador de velociraptores, Owen Grady (Chris Pratt), es el elegido para rescatar a sus seres queridos. Mientras tanto, hay algún codicioso tras bambalinas tratando de sacarle algo de provecho al caos generado...

Si lo leen así, tranquilamente podrían confundirla con la sinopsis del film del '93. Pero nop, es la nueva. Con ciertas actualizaciones, claro. Pero no tengan dudas: este Mundo Jurásico es aquel Parque Jurásico elevado al cubo.

Simon Masrani (Irrfan Khan, de Life of Pi) es el empresario hindú sucesor ideológico del fallecido y visionario John Hammond, y dueño de tanta empresas que ni él sabe bien lo que tiene. Pero hay que reconocerle que fue lo suficientemente inteligente para llevar a cabo el sueño que el nono jamás pudo realizar del todo: crear un parque de atracciones enteramente funcional, con hoteles, restaurants, Starbucks, acuario, aviario, monorrieles, tiendas de souvenirs y todo lo que un símil Disney World debe tener. El parque por supuesto es un éxito, recibiendo a más de 20.000 turistas por día.

Este es el primer punto destacable de la película: las imágenes del parque funcionando a pleno, con miles de familias caminando y sacándose fotos y comiendo, tribunas repletas de gente que descienden para continuar con el show a nivel submarino, sectores para que los niños alimenten a pequeños brontosaurios o jueguen montándose en el lomo de bebés triceratops (en una especie de Temaikén jurásico que resulta de lo más tierno). Es todo lo que siempre nos contaron para jamás nos habían mostrado hasta ahora, es por fin ver realizadas aquellas grandes ideas con las que nos maravillaron hace dos décadas.

Pero... el público siempre pide más y mejor, pudiendo aburrirse hasta del mejor producto después de un tiempo. Y no hay nada peor que un público insatisfecho. Es por eso que Masrani, como principal inversor, ordena crear un producto novedoso y original, o sea un nuevo dinosaurio: el Indominus Rex. A cargo del Dr. Henry Wu (BD Wong, el único actor repitiendo su papel de Jurassic Park), este nuevo bicho tiene material genético de diversas especies y animales, lo cual lo convierte en algo complicado para controlar. Bah... "controlar". No se puede controlar algo así, y el Indominus se escapa de su muro de contención al rato de ser presentado. Y ahí empieza todo el despiplume que ya conocemos...

Por el lado de las actuaciones, ya no se puede negar que el ex-gordito Chris Pratt (entre Guardians of the Galaxy y ésta) se convirtió en un nuevo héroe de acción. Pero en uno "modelo ochentoso", como lo fue Bruce Willis o Harrison Ford, que no tenían un físico privilegiado (aunque evidentemente Pratt le está dando duro al Megatlon) ni eran expertos en todas las artes marciales existentes, pero lo compensaban con cierta astucia y cierta cuota de picardía en la mirada, siempre con una sonrisita medio socarrona y algún comentario ácido. Llámenme hereje pero, sin saber en qué desembocarán esos rumores que lo relacionaban con el rol a futuro... sinceramente creo que Pratt tiene el carisma suficiente para ser un gran nuevo Indiana Jones.

Por su parte, Bryce Dallas Howard me sorprendió un poco en su papel de Claire. Fui pensando que sería la típica minita que no sabe que hacer y enseguida se ve desbordada por cualquier situación, gritando histérica por cualquier boludez y tropezándose cada vez que tiene que escapar corriendo. Pero... he aquí que no es el caso (hay cierto guiño al respecto de este preconcepto sobre los personajes femeninos cuando, la primera vez que deben huir, Owen extiende su mano para ayudarla y ella pasa corriendo ignorándolo por completo). No llega a los altísimos niveles establecidos hace dos meses por Imperator Furiosa en Mad Max: Fury Road, pero la verdad es que Claire se defiende bastannnnte bien a lo largo del film, llegando incluso a sacarle las papas del fuego a su compañero masculino en un par de situaciones.

Al igual que las entregas previas, Jurassic World no tiene un claro villano, bien definido. Podríamos decir que el verdadero villano es... ¿la ambición humana? ¿La idea errónea de que podemos jugar a ser Dios, intentando crear y dominar algo que no nos corresponde? Son ideas y conceptos que ya vimos en las tres anteriores y que, a decir verdad, nunca fueron profundizadas del todo: son presentadas tangencialmente y... "bueno, listo, pasemos a las persecuciones". Lo cual está perfecto: Michael Crichton (autor del libro original) y Spielberg jamás tuvieron la intención de hacer una reflexión profunda sobre el manejo de la ciencia y blablabla. Esto es entretenimiento, lisa y llanamente; que las reflexiones las hagan otros. Volviendo a lo del villano, lo más cercano que tenemos esta vez es Hoskins (Vincent D'Onofrio, el Kingpin de Daredevil), un jefe de seguridad de InGen que ve, en medio de todo el bolonqui, una excelente oportunidad para demostrar que los velociraptores entrenados por Owen pueden ser utilizados como armas vivientes en el campo de batalla. En definitiva, el gordo no corta ni pincha.

Los efectos visuales por supuesto son los mejores vistos hasta ahora en la saga (piensen que Jurassic Park III es del 2001), con dinosaurios imponentes (como el marino Mosasaurus) y veloces, que se mezclan a la perfección con los actores humanos. Y aún así, muy pocas veces te sorprenden, luego de 3 películas donde ya vimos docenas de dinosaurios: ya no está ese "¡Uuuuuh!" de antes... pero supongo que es lógico. En cuanto al 3D, está muy bien implementado, con numerosas escenas donde el efecto te mete de lleno en la acción.

Hay que reconocer que, tras varios años de fallidos intentos (la película viene gestándose desde el 2004), Universal Pictures y Spielberg se la recontra jugaron con la elección del director, Colin Trevorrow. "¿Quién?" te estarás preguntando, a lo que yo respondería "Exacto". Trevorrow cuenta con un solo largometraje independiente en su c.v., Safety Not Guaranteed, y de ahí recibió las llaves del parque. Pero el director sale bastante bien parado de todo esto, sabiendo referenciar y hasta por momentos homenajear la creación de Spielberg (la aparición del hall principal, la estatua de Hammond, algunos cameos de dinosaurios, algunos planos icónicos), mezclando escenas de acción bien construidas (el ataque de los pterodáctilos es increíble) con algo de humor familiar (sin llegar a pasarse de la raya y ser pavote); hay una escena en particular, que se da entre los personajes secundarios de Jake Johnson (New Girl) y Lauren Lapkus (Orange is the New Black), que surge de la nada y rompe con cierto cliché del género, en la que toda la sala estalló en carcajada. Por supuesto que también es inevitable -y hasta obligatorio diría- jugar un poquito con cierto factor nostálgico: alguna remera "comprada en eBay" con el logo de Jurassic Park por aquí, un poquito de la clásica melodía creada por John Williams por allá... todo suma a crear una sensación de "Che, ahora me acuerdo por qué me gustaba tanto esto... que bueno que volvió".

Y que no les quepa la menor duda: Jurassic Park volvió. Luego del cafecito de la mañana, se supieron las cifras oficiales del fin de semana de estreno (tengan en cuenta que en USA los estrenos son los Viernes): Jurassic World es la película más taquillera de la historia. Tomen nota: 208.8 millones de dólares sólo en USA (contra los 207.4 de la primera Avengers, quien hasta ahora ocupaba el primer lugar) + 315.3 millones en la taquilla internacional, contra los 314 de Harry Potter and the Deathly Hallows: part 2. De esta manera, se convirtió en la primera película de la historia en superar los 500 millones de recaudación el primer fin de semana.

"¿Es para tanto? ¿Está tan buena como para ser la peli más taquillera de la historia?". Seguramente NO. Pero esto no hace más que ratificar que, eso que hablábamos al principio, sobre ofrecerle al público "algo más grande y más ruidoso", evidentemente funciona en Hollywood. Y por lo visto, acá funcionó mejor que nunca. Dicho de otra manera: vayan preparándose, porque se vienen las nuevas secuelas...

VEREDICTO: 8.5 - QUE MARAVILLOSO MUNDO
Ya es imposible que los dinosaurios vuelvan a dejarnos boquiabiertos como cuando vimos a ese brontosaurio rumiando por primera vez, hace 22 años. Aún así, Jurassic World es una totalmente digna secuela, y muy posiblemente la mejor entrega de la franquicia luego de la Jurassic Park original. Entretenida y pochoclera de punta a punta, es una de las películas obligatorias a ver este año.