Los Dinosaurios no van a desaparecer
Tardaron años pero lo lograron. El cine ya tiene una nueva historia de sus Dinosaurios más famosos. Sin dudas el universo Spielberg no se perdió, la magia y el encanto, significando el término "espectáculo" está dado afortunadamente.Y claro... volvemos como espectadores a la isla costarricense donde se ha creado un Parque temático con versiones mejoradas -domesticadas digamos- de los saurios, pero se sabe que siempre el diablo o mejor dicho el hombre mete la cola o peor aún la mano y pasa lo impensable, lo peor, que la genética retocada y sus experimentos de resultado desafortunado pueden traer.
Hay una pareja bastante llamativa, él una suerte de Indiana Jones todo-terreno (el fachero Chris Pratt)y la directora del sitio temático (una fría Bryce Dallas Howard, la chica aquella de "La Aldea") que pese a toda la maroma de quilombos generados, se hacen un lugar para el deseo algo reprimido que tienen el uno con el otro. Y obvio los principales protagonistas del relato: los dinos de variado tamaño, altura y ferocidad. Con ellos se la pasa bomba y nos divertimos el rato que dura el filme, más sería pedirle peras al olmo. No faltan algunas cosas inverosímiles dignas del cine de grandes aventuras y que les toca en suerte a los niños que van a visitar el parque, como una salvadora caja de fósforos impecablemente seca a poco de haberse sumergido ellos en una catarata o como pueden en contados minutos arreglar una vieja camioneta y hacerla poner en marcha..."Cosas veredes Sancho..!".
El diseño de sonido del filme es monstruosamente colosal y magnífico, y los efectos de alguna manera superadores de la primera -se sabe que ya han pasado 22 años de "Jurassic Park"-, en verdad está nueva producción puede ubicarse a la altura de aquella y es mejor que las dos pelis del medio.