A pocos días de cumplirse un año de su estreno en los Estados Unidos, llega a nuestras carteleras este emotivo e inspirador drama basado en la verdadera historia de una mujer que dedicó casi 20 años de su vida para liberar de la cárcel a su hermano. Ella nunca perdió la fe y afirmaba que fue condenado erróneamente a cadena perpetua por el crimen de una mujer que fue encontrada asesinada en su propia casa de Ayer, un pequeño pueblo rural ubicado en Massachusetts.
A pesar de las inconclusas pruebas y los dudosos testimonios que lo señalaban -a principios de los años '80- como el culpable, Betty Anne Waters (una indiscutida Hilary Swank) está convencida de su inocencia y decide luchar para demostrarlo y anular la sentencia con nuevas pruebas. ¿Cómo? Finalizando sus estudios secundarios y aplicando a la Facultad de Derecho para así convertirse en la abogada defensora de Kenneth Waters, papel a cargo de Sam Rockwell.
Pero en el camino, mientras se enfrenta a un sistema legal que no le gusta admitir sus errores, Betty sacrifica su propia vida y arriesga su matrimonio (afrontando un divorcio puesto que su esposo no soporta la obsesión de la protagonista), por lo que no le queda otra que encontrar el equilibrio entre su trabajo como mesera en un bar, su rol como madre soltera de dos hijos (Conor Donovan y Owen Campbell), y sus estudios.
En su lucha, cuenta con la ayuda de su amiga Abra Rice (Minnie Driver), quien estudia con ella abogacía, y de Barry Scheck (Peter Gallagher), líder de "Proyecto Inocencia", una asociación especializada en ese tipo de casos y que basa sus apelaciones en el análisis de ADN, avance científico y técnico que años después le permitió a esta hermana sumamente desesperada, reabrir el caso de su amado hermano Kenny.
Claro que el inconveniente que se les presenta es recuperar toda la evidencia que fue tenida en cuenta durante el juicio, y que aparentemente ha sido destruida por el paso de más de 10 años. La tensión y la complicación del caso, van en aumento como así también la intriga y la duda del espectador sobre la inocencia de Waters.
La película, inteligentemente dirigida por el actor Tony Goldwyn (conocido por su papel en "Ghost, la Sombra del Amor") nos invita a ser testigo de la lucha que atraviesa el personaje interpretado por una actriz de oficio como lo es Hilary Swank. La trama, abarca esos casi 20 años y explora, mediante flashbacks, el profundo vínculo que existe entre estos dos hermanos que se criaron en las más difíciles circunstancias por los descuidos de su irresponsable madre.
El elenco de esta producción que mantiene la incógnita hasta el final (uno espera el golpe bajo) se completa con Melissa Leo como Nancy Taylor, policía del pueblo que se empeña en encarcelar a Kenny; Juliette Lewis como Rosanna Perry, la ex-novia del convicto, Clea Duvall como Brenda Marsh, ex esposa y madre de la única hija de Kenny y Loren Dean como Rick Miller, el ex-marido de Betty.
Dato interesante
El título original de la película, aquí traducido "Justicia Final", es "Conviction", palabra que en inglés significa sentencia y/o convicción. Interesante el doble significado de esta palabra que aquí, lo resume todo.