Un Ritchie distinto
“Wrath of Man”, Justicia Implacable según la tradujeron aquí -sí, a mí también me recuerda a alguna que otra con Liam Neeson y Denzel Washington-, es la nueva obra del cineasta británico Guy Ritchie, quien toma un concepto relativamente trillado como es el de la venganza y justicia por mano propia pero a través de varias vueltas de tuerca lo convierte en un gran thriller de acción, muy superior a la media.
Esta supone la cuarta colaboración entre el director y el actor Jason Statham, quienes ya habían trabajado en “Lock, Stock and two smoking barrels” (1998), “Snatch: cerdos y diamantes” (2000) y Revolver (2005). A diferencia de las anteriores, “Wrath of Man” tiene una narración seca, una acción más directa que no da lugar a la comedia y no le interesa el desarrollo de personajes. En esta obra Ritchie se despoja, o más bien se contiene de ejecutar su grandilocuencia visual e hiperestetizar cada escena, porque sabe lo que tiene para ofrecer (¡Y vaya que lo cumple!).
La cinta está basada en la película francesa “Asalto al camión del dinero” (Le convoyeur, 2004), de Nicolas Boukhrief. Esta historia es el punto de partida de este film que fue rodado en Los Ángeles, cuyo atraco es narrado desde varios puntos de vista que no sólo hacen que los ojos no se puedan despegar de la pantalla, sino que limita que el espectador vea los giros del guion tan rápidamente.
Más allá del robo, seguimos la historia de H (Statham) un hombre que se incorpora como guardia de seguridad en una compañía de camiones de caudales. Durante un intento de asalto, sorprende a sus compañeros mostrando habilidades propias de un soldado profesional, que deja a todo el mundo dudando si realmente es el hombre que dice ser.
Además de Statham, quien hace lo que mejor sabe hacer -un tipo duro con cara de pocos amigos que no se detiene ante nada- dentro del reparto, sorprende un odiable Scott Eastwood y Holt McCallany, a quien recordamos como el detective Bill Tench de “Mindhunter”.
En definitiva, la nueva película de Ritchie se beneficia de la experiencia de su director con una propuesta estética de mucho brillo para ser una película de acción sólida, dura y pura que entretiene más allá de lo acartonado que puedan resultar algunas situaciones.
Puntaje: 7/10
Por Federico Perez Vecchio