Con una toma aérea de Los Ángeles, y una escena que no pasa de los cuatro minutos, inicia Wrath of Man, la nueva película de Guy Ritchie. Vemos lo que sería un día cotidiano en el trabajo de un blindado que trasporta dinero con la cámara al fondo del transporte, apuntando a dos compañeros que charlan sobre el café. Un camión intercede. Aparecen por lo menos cinco ladrones. Rompen la puerta con un serrucho eléctrico. Lanza una granada aturdidora. Se hacen con el dinero. Asesinan a los empleados. Se escuchan más disparos. Pantalla en negro. Ante todo este revuelo, la cámara siempre siguió en el mismo lugar, dándonos el mismo punto de vista. Fuimos espectadores VIP de este hecho. El director, conocido por sus vertiginosas tomas, en esta ocasión elige un rumbo más sereno que mantiene en todo el film. Con esas pistas y este acontecimiento comienza una historia de venganza.
Meses después del robo, un hombre con cara de pocos amigos que conoceremos como “H”, interpretado por Jason Statham, comienza a trabajar en una empresa de seguridad de camiones blindados. Su jefe llamado Bullet (Holt McCallany de Mindhunter) lo apadrina desde el primer momento, incluso lo defiende de los chiste y tomadas de pelo de sus compañeros, quienes lo ven como un tipo débil. Algo muy gracioso para espectador promedio que conoce al actor.
Temprano descubrimos que esta compañía es la misma que fue asaltada al inicio de la película. También, este misterioso hombre demostrará sus condiciones (casi sobrehumanas) a la hora de defender el dinero. Con una historia llevada con un eficaz ritmo, dividida en capítulos, que va y viene con la línea temporal, empezaremos a entender quién es H y porque está donde está.
Guy Ritchie vuelve a trabajar con Jason Statham desde Revolver (2005) casi dos décadas después. El director de inglés de buenos films como Lock, Stock, and Two Smoking Barrels (1998) Snatch (2000), RocknRolla (2008) y ambas de Sherlock Holmes (2009 y 2011), y otros lamentables como King Arthur: Legend of the Sword (2017) y Aladdin (2019), es un amante de las historias del mundo criminal marcadas por un ritmo rápido y llamativo, incluso a veces electrizante. Una vez Martin Scorsese explicó que él ve el mundo como su obra After Hours (1985), todo rápido y agobiante. Probablemente a Ritchie le pase algo parecido con sus demás películas. Sin embargo, en Wrath of Man elije un camino diferente, más maduro. Desde las escenas de acción hasta las explicaciones en la trama toman un camino muy sereno. Es un film construido con planos alineados a la forma de actuar y de ver el mundo de nuestro protagonista. Tomas organizadas, calculadas, lineales y quietas, ejecutadas de manera clínica.
Wrath of Man está anunciada a llegar a los cines argentino el próximo 29 de julio bajo el título de “Justicia implacable”, es una cinta que no busca reflexionar sobre el mundo en el que participan estas personas y las decisiones que toman, pero tampoco le interesa realmente la acción por acción, solo busca venganza. Cumplir con el objetivo. Cuenta además con un pequeño plot twist. La participacion de Andy García (en un papel muy a lo Andy García) y otra llamativa del rapero Post Malone. Pero además del gran trabajo de Statham, hay que destacar el papel Scott Eastwood. Es difícil imaginarse al actor encarnado un personaje como el que logra.