Guy Ritchie («Snatch», «Lock», «Stock and Two Smoking Barrels») parece haber encontrado nuevamente el rumbo en este film, en el cual se pueden vislumbrar algunos aspectos que vimos en sus comienzos y que lo catapultaron a la fama.
El director de origen británico prácticamente desde «RocknRolla» (2008) que no encara una película personal o al menos una basada en una idea original que no se desprenda de la literatura, alguna franquicia o programa de televisión. Si bien podemos ver que hubo un intento reciente por volver a los orígenes con «The Gentlemen» (2019), Ritchie estuvo casi una década realizando grandes producciones por encargo, como las películas de Sherlock Holmes, la remake de «El Agente de C.I.P.O.L» (2015), su pobre aproximación a la leyenda de «El Rey Arturo» (2017) y la versión live action de «Aladdin» (2019).
Si bien este film está muy libremente basado en una película francesa de 2004, en él podemos distinguir cierta personalidad o actitud donde Ritchie vuelve a demostrar su talento como narrador. Igualmente, estamos ante una obra que a simple vista podría haber sido dirigida por cualquier director, ya que no presenta un sello distintivo o un signo autoral claramente reconocible como si pasaba en «Snatch» (2000), en su ópera prima o incluso en «RocknRolla», pero sí estaremos ante un relato sólido, con un protagonista bien definido, una trama interesante y unas escenas de acción a puro ritmo y frenetismo.
El largometraje sigue a la figura enigmática de H (Jason Statham, que había trabajado previamente en dos oportunidades con el director), un tipo rudo que se incorpora como guardia de seguridad a una empresa de camiones blindados. En plena rutina laboral su camión de caudales sufre un intento de robo y logra demostrar su poder y frialdad para deshacerse de los ladrones. En ese momento su jefe, y varios de sus compañeros, entre ellos Dave (Josh Harnett) y Bullet (Holt McCallany), se quedan sorprendidos y preguntándose realmente cuál es su pasado y experiencia. Algo que más temprano que tarde terminaran descubriendo ya que H tiene algunas ideas en mente.
Por momentos heist movie, por momentos thriller de acción, el film se desenvuelve con un tono más oscuro al que nos suele tener acostumbrados el director y con un estilo más solemne sin su habitual despliegue técnico y visual impactante. Probablemente, Ritchie buscó una crudeza más realista que lo aleje un poco de lo que venía haciendo para sorprender por medio del mismo relato, sus giros y los ases que guarda bajo la manga que se develan poco a poco con la estructura que va y viene en el tiempo, entre pasado y presente, revelando algunas cuestiones del protagonista y tomando distintos puntos de vista de varios personajes. Si bien hay algunos momentos anticipables, la película comprende un viaje sumamente entretenido y disfrutable.
«Wrath of Men» es una película que vuelve a mostrar a Guy Ritchie en gran forma, por medio de un relato atrapante que mezcla película de atracos, con revenge thriller y el cine de acción. Un film que se nutre de la visión del director (así como también de su vuelta al género que mejor le sienta) y de su colaboración con un Statham que sigue explotando su faceta de héroe/antihéroe de acción, pero en esta oportunidad, en un relato con más cabeza que fuerza bruta.