En 2020 «Another Round» dirigida por Thomas Vinterberg fue la gran revelación de la pandemia presentando una película interesante con un tema bastante polémico pero abordado con una madurez inusitada y demostrando que el cine danés tiene mucho para decir. Este año, proveniente también de Dinamarca y protagonizada por el mismísimo Mads Mikkelsen, que también formó parte de la ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera del año pasado, llega a nuestro país «Justicieros», un thriller policial con ligeros toques de comedia negra que vuelve a poner al cine nórdico en el mapa.
Anders Thomas Jensen («Las Manzanas de Adán»), vuelve a recurrir a uno de sus actores fetiche para ponerse al frente de este relato más que interesante e igual de provocador que el opus de Vinterberg que, a través de su mixtura de géneros y sus personajes de dudosa moralidad buscan llevar al espectador a un lugar de incomodidad y sorpresa constante.
El largometraje sigue a Markus (Mikkelsen), un militar que se encuentra en una misión lejos de su casa, y tras incumplir una promesa a su hija Mathilde, sumado a una serie de cuestiones del destino, tanto ella como su esposa se toman el subte donde ocurre un trágico accidente. Al enterarse del fallecimiento de su pareja y que su hija salió ilesa del incidente, Markus vuelve a su casa para intentar recomponer la delicada relación con ella. No obstante, si bien todo parece ser una suma de extrañas y fatídicas coincidencias, Otto (Nikolaj Lie Kaas), un experto en matemáticas y pasajero del tren destruido aparece en la casa del militar junto con sus excéntricos colegas, Lennart (Lars Brygmann) y Emmenthaler (Nicolas Bro), convencido que no se trató de un accidente sino de un posible atentado. Es así, que Markus en pleno duelo y fuera de sus cabales comienza una investigación con estos extraños colaboradores para ver qué fue lo que realmente ocurrió.
De esta forma comienza un revenge thriller, desenfrenado, políticamente incorrecto y lleno de humor que busca no solo deleitar al público mediante sus entretenidas, crudas y bien delineadas escenas de acción sino que además, intenta reflexionar sobre el duelo, la violencia y la intolerancia preponderante en la sociedad occidental. Por otro lado, la película expone sus atractivas ideas sobre la llamada teoría del caos y la búsqueda calculada de coherencia del ser humano en todas las cuestiones para después, en ultima instancia, revalorizar o al menos dejar abierta la posibilidad de que exista una imprevisibilidad y una serie de coincidencias que no están del todo fundamentadas por un determinismo matemático exacto. Dicho de esta forma puede sonar un poco pedante o incluso hasta aburrido, pero no hay nada que se encuentre más lejos de lo que termina manifestando el film con un trabajo de guion extremadamente cuidado haciendo que cada pieza y cada giro este cargado de sentido y una conexión tan calculada como si se tratara de un mecanismo de relojería. Algo parecido a lo que abordan los personajes de Otto, Lennart y Emmenthaler en sus conflictos personales, con la precisión matemática que siempre buscan.
La trama principal está muy bien acompañada por los conflictos secundarios que no desentonan o resultan inconexos, sino que le agregan dimensión tanto a sus personajes como a ella misma. Mikkelsen demuestra otra vez su versatilidad actoral para componer a un personaje bastante alejado en su accionar a su obra precedente pero igual de controversial. Asimismo, Bro, Kaas y Brugmann generan una química envidiable en pantalla y se encuentran maravillosamente en sus roles secundarios.
«Riders of Justice» es una película realmente maravillosa que no solo logra equilibrar de forma estupenda el humor, con la acción y el drama, sino que le agrega una cuota de ingenio e irreverencia bastante fresca y actual. Un film potente e incómodo que poco a poco encuentra una estructura narrativa perfecta dentro del caos y la provocación que busca imprimirle el director. Algo que emula y representa a la perfección a la temática tratada. Una propuesta cinematográfica imperdible que se asienta con el tiempo y merece ser analizada con detenimiento.