“Justicieros”. Crítica
Anders Thomas Jensen logra crear un film con humor negro, acción y reflexión.
Es probable que sea la primera vez que escuchen hablar de este director danés -por cierto ganó un Oscar en 1997 al “Mejor cortometraje”- pero su film hará que estés atrapado y entretenido en esta aventura por casi dos horas.
En esta historia conocemos a Markus, un militar que debe regresar a su casa para hacerse cargo de su hija, Mathilde, tras la muerte de su esposa en un accidente de tren. Nuestro protagonista conoce a Otto, un pasajero que sobrevivió al accidente y que asegura que ese accidente fue un atentado encabezado por una mafia local.
“Riders of justice” es el balance perfecto entre acción y drama, descomprimiendo cuando es necesario con cierta cuota de humor negro que no desentona con la trama del largometraje. Sumado a su oscura fotografía y el complemento que brinda la música, la narración de esta película se vuelve atrapante y amena.
A lo largo del film podemos apreciar la evolución de los personajes y cómo cada uno de ellos, de una manera muy particular, buscan enmendar errores del pasado. De esta manera, intentan conseguir una suerte de redención con aquellas personas a las cuales les fallaron pero, principalmente, también con ellos mismos.
Esta película propone una forma novedosa para cuestionar a la justicia por mano propia. Plantea que no es la respuesta, mucho menos cuando se encuentra enceguecida por emociones que no podemos procesar y cuando la sed de venganza se ve estimulada por una serie de eventos que aparentan tener sentido. Pero el sentido que nos da es el que necesitamos para justificar nuestras acciones.
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