Seguramente los productores de "Never say never" (la película anterior de Justin Bieber), después obtener una importante ganancia (costó 15 y recaudó más de 73 millones sólo en USA) pensaron que profundizar en la idea de mostrar el backstage del nuevo show matizado con alguna entrevista más, podría dar resultados similares al anterior.
Más allá de si les fue bien o no, lo cierto es que volvieron a apostar al mismo director, John M. Chu y a una estructura similar para este "Believe" que registra la movida del concierto del músico en 2010.
Desde ya que este recorrido es exclusivo para fans. Y digo esto, porque en otras oportunidades, donde el registro documental es realmente incisivo (y no aquí, porque Chu parece un empleado fiel de Bieber y tiene escasa capacidad de agudeza en las preguntas y registros), aunque no te guste el cantante, siempre es interesante conocer más acerca de su personalidad cuando mueve tamaña atención. Y también, de las presiones que trae ser tan popular.
De eso estamos hablando, lo rico de Justin Bieber, más allá de los videoclips de un show en Miami (que es lo que veremos), es poder indagar en cómo funciona la maquinaria detrás del adolescente.
La película está hecha a la medida exacta de lo que siente y quiere expresar Bieber. Hay tomas familiares, en el estudio de grabación, charlando con sus productores, coordinando pasos con sus bailarines, escapando de los fans y hay canciones de su último tour.
Debo decir que hay pocos momentos donde la audiencia no-fan puede conmoverse y en especial, se destaca el episodio con la nena enferma con la que Bieber "se casó", claro ejemplo de lo poderoso que es usar bien la fama.
Un gran acierto fue hacer ese recorrido, así como también lo fue, dedicar un tiempo a observar a los bailarines y el cast para el show. Son lo más interesante del film.
Seguramente Bieber (que en estas horas enfrentaba problemas con la policía), no es todo lo equilibrado que luce (lo que pasó en Buenos Aires fue confuso, cuando menos). En el escenario, utiliza alas en una canción y parece ser una alegoría del resto del documental: el chico se prueba volar por encima del resto, no sin ciertas complicaciones de recorrido y trayectoria...
Sin dudas, "Believe" es una película que los seguidores del otrora niño estrella de You Tube adoptarán rápidamente. Para el resto de la potencial audiencia, este es un registro que no reviste interés alguno, tenerlo en cuenta a la hora de decidir que ver.