Esta remake de Karate kid busca con algunas cositas homenajear a la primera, pero logra despegarse en hacer la historia con una vida propia y más adecuada a los tiempos que corren.
Es un traslado en el tiempo que logra mantener la esencia de aquella, pero la credibilidad de estos tiempos. Y eso es quizás lo mejor de la película.
Jackie Chan arranca muy despacio lógicamente en su papel, pero en la escena donde el se “presenta” ya podés retirarte porque pagó el valor de la entrada.
La película está bien filmada en buenos lugares de china que hacen muy lindo el relato visual.
El elenco está muy bien. Los malos son realmente muy malos y dan ganas de saltar a la pantalla para hacer justicia (como si uno pudiera un mano a mano… )
Smith arranca muy suave, pero con tanto entrenamiento uno cree que lo puede hacer posible.
Se hace larga y faltando media hora se nota. Ahí le toma un poco más de ritmo y el final es pum para arriba, pero tiene una siestita en el medio.
No es una gran película, pero lo mejor de remakes así es que no bastardeen la memoria de los cinéfilos. Y por ese lado Karate Kid cumple con tener vida propia sin olvidar el pasado.
Está bien y punto.