Una cebrita muy especial
A Khumba, sus supersticiosos congéneres la culpan por la sequía que castiga la sabana en la que vive. La cebrita es muy especial: sus rayas le cubren sólo la mitad de su cuerpo. Ella decide buscar un legendario pozo de agua junto a un descarado ñu y un extravagante avestruz, en donde las leyendas de su especie afirman que las cebras obtuvieron su característico pelaje.
A través de variadas y atrevidas peripecias por las que deberá pasar el personaje central, el director Anthony Silverston logró un entretenido dibujo en el que sobresalen tanto la pintura de sus personajes como los exuberantes paisajes en la que transcurre esa cada vez más difícil búsqueda.
Cierto suspenso -Khumba y sus amigos son perseguidos por un tiránico leopardo- y gran simpatía en los momentos finales apuntalan un guión entretenido de esta tierna aventura. Los niños, destinatarios finales de esta película, gozarán sin duda de este film, que demuestra que la cinematografía sudafricana sabe cómo hallar temas en su folklore y en su medio ambiente para descubrir sus más ricas fábulas.