Cuando Kick-Ass se estrenó en el año 2010 agarró a muchos por sorpresa. Había un pequeño nicho (el comiquero) que sabía de qué venía la cosa pero otro descubrió un mundo magnífico bajo la premisa “Qué pasaría si alguien se disfrazara y empezara a actuar como superhéroe en la vida real”.
Sin tomarlo para la parodia pero tampoco con la verosimilitud de Christopher Nolan, el director Matthew Vaughn supo hacer un peliculón adaptando el comic de Mark Millar con un presupuesto pequeño.
Gracias al éxito cosechado y a las negociaciones con los actores (que ahora son estrellas) se pudo hacer esta continuación en la que Vaughn ocupa el lugar de productor cediéndole su asiento como realizador (ya también co-guionista) a Jeff Wadlow quien hace un excelente trabajo.
Más allá de la fidelidad con la que se toma el comic, eso lo podrán decir y juzgar los puristas, lo que tiene muy bueno esta producción es el paralelismo que crea entre la historia y el espectador mismo. Porque por un lado te muestra un mundo en donde hace un par de años que ya es normal que la gente se disfrace para hacer justicia por mano propia y por otro juega con muchos guiños hacia una audiencia ya muy curtida en películas de superhéroes dado todo lo que se estrenó de ese género entre la original y ésta.
Nuevamente Hit-Girl vuelve a eclipsar al mismísimo Kick-Ass, y no es para menos dado a como crece día a día Cholë Moretz en lo profesional y en carisma. Lo cual no significa que Aaron Taylor-Johnson esté mal en el papel sino todo lo contrario. Tanto que da mucho gusto ver en como los dos personajes crecieron en la historia dentro de la pantalla, dejando de lado a los actores que los interpretan.
Lo mismo sucede con el genial Christopher Mintz-Please y su pasaje de héroe a villano.
Por obviedad, una de las grandes piezas faltantes en esta oportunidad es Nicolas Cage y su Big Daddy aunque se las ingeniaron muy bien para que estuviese presente. Lamentablemente el personaje de Jim Carrey no logra llenar ese espacio vacío pero aún así se destaca, al igual que todos los héroes y villanos que presentan.
Mejores y más violentas (y sanguinarias) secuencias de acción que en la primera parte junto a una banda sonora muy bien aplicada terminan por convertir a esta secuela en una verdadera fiesta a la que estuvimos a punto de no ser invitados. Se hizo justicia…