Kimi No Na Wa, conocida en inglés como Your Name, no sólo es la mejor película romántica del año sino el estreno más destacado en el género de animación.
Una obra brillante y compleja que consolida al director Makoto Shinkai entre los talentos prometedores de este arte en Japón.
Un digno heredero de Hayao Miyazaki, Isao Takahata y en especial Yoshifumi Kondo (Susurros del corazón), quien hasta ahora demostró una gran sensibilidad para abordar el drama y el romance con propuestas inteligentes.
Hoy es uno de los grandes cineastas de autor que existen en la animación japonesa y su nueva obra mantiene la calidad artística que previamente ofreció en 5 Centimeter Per Second y la serie The Garden of Words (2013).
No es casualidad que la prensa del continente asiático los haya calificado como “el nuevo Miyazaki” porque se puede establecer una clara conexión entre sus trabajos y las películas del fundador del estudio Ghibli.
Sobre todo por la sensibilidad que suelen tener sus obras.
Your Name tiene como protagonista a Mitsuha, una chica adolescente que vive en una zona rural de la región de Hida.
Abrumada por el tedio que le ocasiona vivir en ese lugar y las tradiciones que mantiene su familia, un día expresa en voz alta el deseo de ser un chico que viva en Tokio en su próxima vida.
El universo responde su deseo antes de lo esperado y un día la protagonista se despierta en el cuerpo masculino de un joven de la ciudad, mientras que Taki, el chico al que pertenece ese cuerpo, amanece con la apariencia femenina de Mitsuha.
Este curioso disparador, que en un principio parece una comedia tonta de enredos para adolescentes, con el paso del tiempo se convierte en un complejo dramón romántico que se vuelve apasionante.
El director aborda los roles de los géneros en la sociedad, las vidas pasadas y la dinámica de las energías masculinas y femeninas en una historia de fantasía que tiene un profundo contenido metafísico.
Muy especialmente hacia la segunda mitad de la historia, Your Name adquiere una complejidad inesperada donde rompe con todos los elementos trillados del género Coming- of- age.
Desde los aspectos técnicos la película no sólo es hermosa sino que además tiene el standard de calidad de lo que solían ser las producciones del estudio Ghibli.
La curiosa historia de amor entre Mitsuha y Taki termina por ser apasionante y si la escena final no te genera ninguna emoción controlá tu pulso porque a lo mejor estás muerto y no te diste cuenta.
Una de las mejores películas de este 2017 que ningún amante de la animación debería desconocer.