“En ocasiones cuando despierto en la mañana estoy llorando. Aquel sueño que tuve no lo puedo recordar. Pero esa sensación de que perdí algo no desaparece tiempo después de despertarme. Siempre siento que hay algo o alguien a quien estoy buscando. Tengo ese sentimiento en mí desde aquel día…Ese día las estrellas caían. Era como si estuviese presenciando un sueño. Simplemente era una hermosa vista”.
El párrafo que antecede a esta reseña funciona a modo de introducción de la película, donde los dos personajes exponen sus pensamientos a modo de discurso dialogado, donde ya desde el primer momento se nos adelanta que nos encontraremos con algo extraordinario.
Tras un largo retraso, llega a nuestras salas el famoso anime de Makoto Shinkai (“5 centímetros por segundo”), que se posicionó como la película animada más taquillera de la historia de Japón, superando a “El Viaje de Chihiro” del maestro Hayao Miyazaki.
Algunos catalogan a Shinkai como el sucesor del fundador de Studio Ghibli, y la verdad no es para menos. Su frescura en la narración, la impecable animación de sus relatos, y su capacidad inventiva consecuencia de una tremenda imaginación, lo vuelven un combo infalible a la hora concebir relatos modernos sobre cuestiones universales.
En esta oportunidad, su más reciente film cuenta la historia de Taki y Mitsuha, dos jóvenes que descubren un día que durante el sueño sus cuerpos se intercambian, y comienzan a comunicarse por medio de notas. A medida que consiguen superar torpemente un reto tras otro, se va creando entre los dos un vínculo que poco a poco se convierte en algo más romántico. Quizás resulta un poco simplificadora esta descripción del argumento, pero ahondar más en su trama implicaría contar ciertos mecanismos del relato que sorprenderán al espectador, siendo mejor que cada uno lo descubra por sí mismo.
Lo interesante es la sensibilidad con la que el director narra esta peculiar ficción, utilizando un trillado recurso de “cambio de cuerpo” para brindar una cinta brillante que evita todos los lugares comunes de esta dinámica, otorgando al espectador un relato original y atractivo.
Los sentimientos, la amistad, la nostalgia, la adolescencia, el amor, la soledad, la memoria y el transcurso del tiempo son algunas cuestiones que toca el realizador para otorgarnos este film que mezcla géneros continuamente de una manera eficaz. Lo que comienza como un film adolescente de enredos se convertirá en una comedia, un drama romántico, y una cinta de ciencia ficción y fantasía. Esta masa heterogénea podría haber sido un rejunte o un sinsentido en manos de un director corriente, pero Shinkai es un hábil narrador y sabe meter las dosis justas de cada elemento teniendo como eje principal las emociones. Además, resulta realmente increíble el nivel de realidad que logra en sus personajes, tratándose de un producto con un verosímil intrincado.
Por el lado de los apartados técnicos, debemos decir que el resultado final es realmente impresionante. La animación no solo es totalmente moderna, fresca e innovadora sino que además lleva al anime a un plano de realismo y naturalidad nunca antes visto. Mezclando animación tradicional con 3D con una paleta de colores visualmente extraordinaria y una fotografía que nos da la sensación de ser real, en el sentido literal/existencial de la palabra, y totalmente expresiva como si se tratase de un film live action.
Por el lado de la música, la película cuenta con una excelentísima banda sonora que acrecenta las emociones por las que atraviesan los personajes y empatiza con sus estados de ánimo.
Respecto al guion ya hablamos de la originalidad de esta suerte de fábula moderna, sin embargo, otro aspecto a destacar tiene que ver con los personajes. Los protagonistas y los personajes secundarios están psicológicamente bien definidos y componen interlocutores tridimensionales bastante complejos y bien delineados. Todo esto hace que el espectador genere empatía con ellos y que se interese por el conflicto que los involucra.
En síntesis, “Your Name” resulta ser una excelente propuesta de animación que atrapará a grandes y chicos por igual. Un film inteligente y bien dirigido que resalta tanto a nivel técnico como narrativo. Una verdadera sorpresa cinematográfica.