Los orígenes de la primera agencia de inteligencia independiente
Basada en la novela gráfica con una primera aparición en 2012, y continuaciones en el mismo formato en 2017 y 2018, Kingsman tuvo lugar con una muy buena versión cinematográfica como piedra fundacional, y una segunda película algo más floja pero que de todos modos rindió sus frutos; ahora llega la tercera entrega con King’s Man: El origen, la saga sobre los más antiguos agentes secretos de la corona, como una precuela perfecta.
La película tiene un gran atractivo porque establece una idea concreta respecto de dónde quiere llegar, y la respeta. Una base sólida como primer paso de la historia a contar, para que pueda sentirse equilibrada y sostenedora del tiempo de duración, es siempre lo más importante.
Como sucede cuando un film toma elementos históricos, y como es casi previsible, las cosas se pueden hacer bien o mal, sin puntos medios posibles. Y así es que la producción que nos trae aquí hoy utiliza fragmentos y personajes relevantes de la historia para construir los pasos de la columna vertebral del mundo tal como hoy lo conocemos, con las figuras más relevantes, llamativas y misteriosas, en algunos de los casos.
Otras ideas interesantes que plantea refieren a ciertas ideas filosóficas sobre la guerra y quiénes son los reales vencedores y quiénes los vencidos se presentan por medio del personaje que interpreta Ralph Fiennes, en base a las ideas sobre la vida (y la guerra) que su hijo expresa en el enfrentamiento con la autoridad que representa su padre.
Dirgida y guionada al igual que las anteriores por Matthew Vaughn, en esta oportunidad se suma al segundo ítem Karl Gajdusek, y en esta nueva incorporación no pierde el humor que ha caracterizado hasta el momento a la saga.