¿Dónde quedó la originalidad de Kingsman? ¿Dónde quedó el humor y la desfachatez que caracterizaba al relato? Matthew Vaughn se pone serio y pierde la frescura de la saga, enmarcando este nuevo relato, sin gracia, en un contexto histórico de principios de Siglo XX, donde la guerra y la idea de progreso eran los motores de los seres humanos. La propuesta pierde la oportunidad de afianzar la saga con una débil película.