Eggsy ya es un Kingsman con todas las letras, y además de eso disfruta de su pareja y sus amigos. Pero un repentino ataque a la base de los caballeros y a cada uno de los miembros barre con toda la agencia secreta, dejando sólo con vida a él y a Merlin. Ambos deberán buscar ayuda en una nueva agrupación, mientras una poderosa villana y líder narco asoma como la mente detrás de los atentados masivos.
Después de tres años de esa hermosa sorpresa que fue Kingmsan: el servicio secreto, nos llega la secuela, llamada Kingsman: el círculo dorado. A quienes nos gustó la primera entrega, esperábamos ansiosos esta segunda parte, aunque también estaba el miedo latente de encontrarnos una fórmula calcada y ver más de lo mismo; algo que ya pasó con John Wick y su secuela.
Por suerte Matthew Vaughn (que acá dirige y co-guiona) y su compañera de guión Jena Goldman toman elementos vistos en la primera entrega, y lo exageran casi llevándolos a la auto parodia, pero sin caer en ella. Por desgracia y pese a que se nota un esfuerzo en contar algo nuevo, la estructura es exactamente igual a lo visto en el film anterior, y eso se nota.
Como era de esperarse, los actores vuelven a repetir los sólidos trabajos vistos en la película original. Todos ya conocen sus roles, se sienten cómodos en ellos. Aunque es un poco decepcionante cómo algunos personajes duran poco en pantalla, o en el caso de otros, cómo se nos mintió en la campaña publicitaria y apenas los veremos en pantalla, siendo que se suponía que uno sería coprotagonista.
De todas formas, lo que más destacaba de Kingsman: el servicio secreto, y destaca de Kingsman: el circulo dorado, son las escenas de acción. Vaughn vuelve a demostrar que es uno de los mejores directores que hay en este apartado; mostrando un abanico de recursos tan amplio que va desde las coreografías, el montaje con la música o la edición, haciendo que más de una vez terminemos al borde de la butaca deseando que las peleas o los tiroteos no acaben nunca.
Es una pena que la música esté en un nivel por debajo de su predecesora, aunque si uno piensa bien en la personalidad de los villanos de ambas entregas, es entendible cómo muchas veces lo que escuchaban los personajes, terminaba influyendo en la película en sí.
Kingsman: el círculo dorado termina siendo una película entretenida, con grandes escenas de acción y personajes carismáticos. Por desgracia a nivel trama no propone nada nuevo y pierde frescura e irreverencia comparada con la cinta original. De todas formas vamos a ver muy buenos gags y personajes que deberían seguir en la saga en caso de que quieran seguir contándonos las aventuras de estas organizaciones secretas.