Kingsman 2: Cuando el traje todavía queda.
Con más comedia y mejor acción, llega la secuela del universo de espionaje internacional que más disfruta el no tomarse los gadgets, martinis y supervillanos demasiado en serio.
En 2014 se estreno Kingsman, una divertida película de acción que proponía un universo de espionaje internacional con todos los gadgets y villanos de James Bond pero con suficiente humor como para hacer una experiencia que celebre el género faltándole el respeto de la mejor manera. Ahora esa idea original se convierte en su peor enemigo: una secuela. ¿Saldrá aerosa de tremendo enfrentamiento? Como toda rivalidad, es más un juego de marketing que el reflejo de la realidad, pero el peso de ser secuela siempre se suma al que ya tiene otro tipo de proyecto.
El escenario vuelve a ser solo lo necesario: Un colorido villano (Julianne Moore) amenaza al mundo, y luego de un ataque devastador nuestros héroes (Mark Strong, Taron Egerton, Colin Firth) tendrán que recurrir a una agencia hermana en los Estados Unidos para no sólo incluir grandes nombres en los créditos (Channing Tatum, Jeff Bridges, Halle Berry), sino también disponer de recursos suficientes para salvar al mundo una vez más. Kingsman 2 vuelve a ser una sincera y ridícula celebración del género de espías, y como toda celebración aspira a ahogar sus inevitables momentos negativos con el más puro entretenimiento.
El film sacrifico conscientemente la poca seriedad que tenia su predecesor para convertirse en una comedia. Toda escena de la vieja vida de Eggsy (su barrio, amistades y familia) le daba a la original su cuota de drama y corazón. Gracias al tipo de personalidad de nuestro protagonista, el corazón sigue latiendo, pero se eligió ayudarlo menos. En esta secuela no hay tiempo ni para llorar viejos personajes, ni siquiera los que (supuestamente) significaban mucho para nuestro protagonista. Apenas un par de cortas escenas pueden considerarse solo dramáticas, las suficientes como para mover la trama como si se tratara de un desarrollo de personaje hecho apenas con dos lineas de dialogo en un guion inexperto. Poco elegante y sin dudas cuestionable, pero la elección termino saliendo bien: Kingsman 2 es una comedia con mucha acción de calidad que logra ser constantemente entretenida.
Prácticamente la totalidad del film apunta a entretener mediante la comedia, sostenida por la intriga y acción. Incluso una escena especialmente gráfica en la que se implanta un GPS que, como mínimo, prueba definitivamente lo subjetivo que es siempre el humor (el rango de reacciones que puede ofrecer la audiencia es sorprendente y hasta un poco admirable). Pero aunque la base sea el humor, lo que termina de atraer en la franquicia es la acción. Si no vieron la original, la acción en Kingsman 2 es sobre todas las cosas colorida e ingeniosa, pero si disfrutaron de la primera película debe agregarse un detalle: es mejor que antes. La personalidad e imaginación sigue ahí, solo que el director Matthew Vaughn parece haber trabajado y mejorado el espíritu bastante único (comparable quizás con la acción de su compatriota Edgar Wright) de sus secuencias de pelea. Se sostiene menos en simplemente acelerar las peleas, y los movimientos de cámara terminan brillando mucho más que en la anterior entrega gracias principalmente a un aumento en la cantidad de cambios de ritmo: o cambia quién tiene la ventaja, o la locación (saltando entre varias simultaneas quizás) o incluso se introduce algún nuevo elemento que altera el orden establecido hasta ahora. Siempre procura que durante la acción nadie, ni los personajes ni la audiencia, tenga mucho tiempo para acomodarse.
Otra mejora palpable es que prácticamente todas las escenas de acción tienen cierta tensión, algo que muchas veces (en el cine de acción en general) se da por sentado y termina haciendo tambalear a las imponentes peleas. Para dar un ejemplo claro de todo el cambio en la acción: Una de las mejores secuencias de la original es la masacre en la iglesia, aunque es ciertamente entretenida y respetablemente bien realizada la realidad es que le falta dinamismo, no tiene cambios interesantes en la mecánica ni posee ningún peso o tension, lo cual se vuelve cada vez más evidente y reprochable en la larga pelea luego de los primeros minutos. En Kingsman 2, no hay secuencia que repita estos pecados que tan recurrentemente cometía su predecesora, a excepción quizás de la repetición de las peleas en el bar de la original… lo que nos lleva al siguiente punto.
El mayor error de la película es quizás ser una secuela, poco parece importar que sea precisamente una buena secuela. La mayoría de las criticas que podrían hacérsele (todas validas) es que sufre el tener que acomodar las cosas tras el primer film, y, principalmente, que ya no es una idea original: es una secuela. La gente odia a las secuelas como si no se trataran de películas, sino de algo completamente diferente. Es verdad que uno debe encarar, tanto realizar como juzgar, una secuela de forma diferente que a otro tipo de cintas, la realidad es que lo importante es si termina siendo buena o no.
Kingsman 2 logra ser una buena comedia y una gran película de acción, al mismo tiempo que termina siendo una satisfactoria y efectiva secuela. Aunque hay detalles y secuencias que pueden gustar en mayor o menor medida, no hay dudas de que la gran mayoría de la audiencia va a estar muy ocupada siendo entretenida. Y ese es uno de los puntos más importantes de las buenas películas: no se debe apuntar a que no haya ningún problema, sino procurar hacer todo lo suficientemente bien como para que estos pasen desapercibidos.