La nueva película de Matthew Vaughn (Kick Ass, X-Men Primera Generación, Layer Cake, etc.) es un homenaje a las historias de James Bond, a las primeras, las de Connery (el mejor) o Moore, pero además de eso, es parte de las películas de género que no se toman a si mismas muy seriamente, logrando, paradójicamente, ser grandes exponentes del mismo.
La premisa es simple, una organización privada, dedicada a luchar contra “el mal”, sin ataduras gubernamentales, sin responderle a nadie, pero velando por el bien de todos, y con recursos económicos ilimitados. Nada más, y nada menos.
El sistema de este grupo de espías también es simple. Esta basado en la leyenda de la Mesa Redonda del Rey Arturo. Colin Firth (Galahad), es el segundo al mando, con Michael Caine como “Arturo”, el jefe de la organización. Galahad, es la personificación del caballero, y el más puro de todos en la famosa leyenda. Y claramente el personaje esta basado en el. Mark Strong (el siempre extraordinario Mark Strong) es Merlín, asistente omnipresente de Arturo, y un “mago” informático.
Luego de un error cometido por el personaje de Firth en la secuencia de títulos, la cinta avanza 17 años hasta la época actual, donde se nos presenta al villano de la misma, el inmenso Samuel L. Jackson, también rindiendo homenaje a los clásicos malos de la franquicia de James Bond con su asistente, una mujer asiática con las piernas amputadas, pero que en las prótesis tiene una especie de katana híper afilada. La diferencia entre este villano de Samuel y los que homenajea, es la falta de glamour y sofisticación aparente que tienen esos personajes. Con una gorra siempre con la visera de costado, zapatillas llamativas, parece mas un rapero de 50 años que un mega villano. Fuera de eso, es un mas que digno oponente para los Kingsman.(Cabe destacar en esta escena, la participación de Mark “Luke Skywalker” Hammil como un profesor secuestrado. Y por como esta, la fuerza no lo acompaño)
A partir de ahí, el film es un viaje entretenidísimo, con la aparición del aprendiz, el cuasi debutante Taron Egerton (genial en su papel, peleando cada escena con Colin Firth y saliendo airoso) vinculado al error que cometió Galahan años atrás, un chico con una vida complicada, transitando un mal camino, pero con las condiciones para ser todo un espía.
Sin ahondar mucho en la historia, el mérito de Kingsman, es el mismo que tienen películas como Guardianes de la Galaxia, John Wick, etc. Son verosímiles. Que quiero decir con esto? Construye el universo donde transcurre. No es en el mundo real, es en su mundo. Y en ese mundo, las reglas son otras, y nos permite creernos las cosas que pasan. En otras palabras, es una película de genero, que no trata de manera snob al mismo, o que se avergüenza de hacer chistes medio tontos, pero efectivísimos. Tampoco se toma en serio a si misma, que no quiere decir que no esta hecha con toda la pasión y el laburo que cualquier otro film llevaría. Quiere decir, que no se oculta tras un velo de superioridad, sabe que es entretenimiento, sabe que es exagerado, sabe que no es Shakespeare, pero lo mejor, no quiere serlo. Quiere que nos sentemos dos horas frente a la pantalla, y la pasemos bárbaro. Quiere que veamos como serian las pelis de James Bond si alguien las hiciera a fondo, sin quedarse entre la realidad y lo verosímil, camino que generalmente lleva a que no sean ni buenas ni divertidas.
La banda sonora ochentosa le suma mucho, las escenas de acción están vertiginosamente filmadas, sin abusar de los cortes de edición ni la cámara en mano que abunda en estas situaciones, dando la impresión de un valet violento y entretenido, y los gags secos (es decir, con Colin y Samuel impávidos en situaciones ridículas) son muy buenos.
En pocas palabras, es un pavada divertidísima. La recomiendo ampliamente.