Kóblic es el "estreno Darín" del año. Esta coproducción entre Argentina y España aleja a su director, Sebastián Borensztein, de la comedia -La suerte está echada (2005), Un cuento chino (2011)- para introducirlo en un ambiente sórdido y violento. La dictadura militar, centrada en los vuelos de la muerte, pesa en la trama de un film que, a diferencia de los aviones que piloteaba Tomás Kóblic (Ricardo Darín), cuesta que despegue.