A principios de los 70 Uruguay, como casi toda Latinoamérica, vive momentos de gran efervescencia popular y participación en las luchas contra gobiernos y políticas antipopulares. Hacia fines de los 60 y principios de los 70, Pacheco Areco y Juan María Bordaberry gobernaron en un contexto de crisis económica, alternando situaciones de democracia precaria y medidas prontas de seguridad, que daban legalidad para reprimir la protesta, encarcelar a dirigentes sindicales y estudiantiles. Cuarenta años después se irá reconstruyendo una historia de resistencia democrática a la dictadura, en una búsqueda que excede a la memoria y busca adentrarse en lo más profundo de la voluntad y la decisión popular.