Es bastante conocida la historia de aquel Thor Heyerdahl, que quiso probar que los nativos prehistóricos sudamericanos podrían haber viajado de América a la Polinesia con casi nada, una balsa de troncos. El documental sobre esa expedición fue un clásico, y esta reconstrucción a toda tecnología es una buena película de aventuras sin mucho vuelo pero con buenas imágenes. El cuento aún espera una buena adaptación en imágenes, aunque esta está cerca.