Muy buen documental homenaje a Kosice
Hijo de húngaros nacido en un pueblito de Eslovaquia, del que tomó su nombre, Gyula Kosice se crió entre nosotros y se convirtió en uno de los artistas más singulares que hayamos tenido, un hombre que supo relacionar industria y escultura, movimiento y firmeza, teoría y poesía, vanguardia y popularidad. El documental que ahora vemos nos permite apreciar mejor su vida, sus creaciones, y ese sueño suyo de la ciudad hidroespacial, posible inspiración de nuevas generaciones. A la hora del registro, él tenía 91 años, seguía trabajando, y todavía se sentía nuevo.
El autor del documental es Gabriel Saie, que ha hecho un seguimiento muy bueno y muy oportuno, con abundantes aportes y sorpresas. Kosice alcanzó a verlo, y a recibir los merecidos aplausos junto a la exposición homenaje que le organizó el Bafici en abril último. Ahora se estrena en un ámbito especial: el Cultural San Martín, acompañando a la Bienal Kosice. Según se anuncia, las funciones de viernes y sábados serán enriquecidas por charlas del director con diversos conocedores, como Max Pérez Fallik, el nieto a cargo del museo-taller que el artista tenía en Humahuaca al 4600, y Rodrigo Alonso, curador de la retrospectiva Gyula Kosice 1924-2016 abierta hasta fines de diciembre en el Museo Nacional de Bellas Artes. Es lo que corresponde.