Navidad, época donde todos deberíamos ser felices, pero nunca pasa. Un chico, harto de que su familia y el resto de la gente se viva peleando en esta fecha, desata sin querer el poder de Krampus: el terror de la Navidad.
Navidad, navidad, blanca navidad
Max ama la navidad. Pese a que sabe que Papa Noel no es real (si gente, era hora que lo sepan), adora el espíritu navideño de compartir y ser felices; pero tanto sus compañeros de colegio, y sobre todo, su familia, se empeña en demostrar que esta fiesta en realidad es todo lo contrario. Luego de otra cena navideña que termina con una pelea, Max desea internamente que todos desaparezcan. Pero hay deseos que nunca deben pedirse.
Cuidado con lo que deseas
Si piensan que Krampus: El Terror de la Navidad es otra peli que se agarra de esta fecha para hacer un film de horror de dudosa calidad, solo tienen que mirar los primeros minutos para saber que estamos ante una comedia con pincelazos de terror, y que cuando este ultimo hace su aparición, tampoco es muy serio que digamos.
Definitivamente los mejores momentos de Krampus vienen con las líneas de diálogos de sus personajes, no solo haciendo referencia a personas o eventos reales, si no porque más de una vez dicen lo que todos pensamos cuando nos toca juntarnos a cenar, y a hacer que nos llevamos bien con gente que en el resto del año no soportamos.
Y en este apartado se destaca el reparto adulto, en especial Cochata Farrell (nuestra querida Berta en Two and a Half Men) como la amargada y mal llevada Tía Dorothy, y a David Koechner repitiendo el personaje que mejor le sale, un pueblerino mal hablado y bastante básico que ve como debiluchos y cobardes a casi todos los demás.
Pero aunque el mayor potencial de su guión está en los diálogos, también deja en evidencia la indecisión de los guionistas Todd Casey, Michael Dougherty (también director del film) y Zach Shields en apostar por completo a una comedia negra con tintes de cine clase b con presupuesto, o por el contrario, una de terror clásica. Dougherty también falla en los compases finales de la película a la hora de mostrar demasiado a las criaturas que acechan a esta familia, no solo porque le quita misterio al relato, si no porque algunos de estos bichos no están del todo logrados.
Conclusión
Krampus: El Terror de la Navidad es una entretenida película, con varios aciertos a la hora de construir gags y diálogos cargados de sentido del humor y malicia; pero que falla a la hora de moverse entre dos géneros y no jugársela por darle predominio a uno. En un año donde los buenos films que bordean lo bizarro escasearon, Krampus se podría posicionar como lo mejorcito sin hacer demasiado esfuerzo.