El Tordo trabaja como médico “nochero” en el hospital Paroissien. Acostumbrado a trabajar varios días sin dormir cubriendo los turnos de otros médicos a cambio de dinero, su vida es gris y sin futuro aparente. Junto a Nilda, la enfermera de turno, una mujer de 50 creyente en Dios y las buenas costumbres, pasa sus días y noches manteniéndose despierto a fuerza de pastillas. Pero esta noche todo cambiará.