Kryptonita

Crítica de Hernán Khatchadourian - Diario Popular

Por fin llegan superhéroes del conurbano

La nueva película de Nicanor Loreti adapta una novela de Leonardo Oyola que plantea qué hubiera pasado si Superman hubiese caído en el conurbano bonaerense

Hace poco más de 20 años, la editorial norteamericana DC Comics lanzó una línea de historietas bajo el tópico Elseworlds que planteaba la incógnita sobre qué hubiera ocurrido si sus personajes principales, Batman y Superman, hubieran nacido en otros tiempos y espacios. Bajo esta excusa salieron pequeñas joyas del noveno arte como el "Batman Pirata", de Alan Grant y Enrique Alcatena, o el "Superman: Red Son", que planteaba un hombre de acero salido de la Unión Soviética. Hubo también un proyecto a finales de los ´90 para plantear a Batman como un hijo de desaparecidos que debido a presiones políticas no llegó a prosperar.
Pero a Leonardo Oyola, un consagrado escritor argentino, se le ocurrió años atrás, en presencia de estos comics, qué hubiese ocurrido si la nave que traía a Superman hubiese aterrizado en Isidro Casanova y en base a ese concepto recreó no sólo la historia del clásico superhéroe sino también la de la Liga de la Justicia, el grupo de héroes que lidera.
En esa línea, llega Kryptonita, adaptación de la novela del mismo título a cargo de Nicanor Loreti, que en 2011 ganó en el Festival de Cine de Mar del Plata el premio al mejor largometraje con Diablo y obtuvo un éxito de taquilla con Socios Por Accidente en 2014.
En la historia, la banda de Nafta Súper (Juan Palomino) lleva a su líder malherido a la guardia de un hospital público para que el médico de turno lo reviva, al tiempo que son rodeados por las fuerzas policiales que están dispuestas a entrar al lugar a sangre y fuego.

En este apartado cabe aclararse que Kryptonita es una novela en la que se utiliza esta premisa para retratar la vida en el conurbano de manera brutal, en la que se describe el accionar de bandas delictivas, se denuncia la presencia de las maras centroamericanas e incluso la costumbre de los médicos de los hospitales públicos de juntar dinero y pagarle a algún compañero para que le cubra las guardias nocturnas por varios días.
Sin embargo, el punto de vista de Loreti es el de homenajear a uno de sus directores favoritos, John Carpenter, con una suerte de Asalto al Precinto 13 (Assault on Precint 13, 1976) y hacia allí va el filme: un equipo ya conformado que busca resistir la embestida y escapar hacia la libertad.
Si entendemos este planteo, la película de Loreti, que dura escasos 80 minutos que dejan con ganas de más, cumple de sobra el objetivo. Ahora, lo que se busca es la crítica social a la vida en las villas de emergencia y a la delincuencia que impera en el bajo mundo, lo ideal es buscar un documental.
Porque Kryptonita es una película que busca impactar a los fanáticos de las historietas, una tribu que ha crecido exponencialmente en las últimas décadas y que en la actualidad llena salas y salas de cines para ver a Superman, Spider-Man o los Vengadores (ni hablar de la Superman V Batman que llega el próximo año) y lo logra con unos recursos técnicos que parecen más caros de lo que son.
Los puntos fuertes del film son, sin embargo, las actuaciones de Diego Cremonesi y Nicolás Vázquez, quienes se colocan en los personajes de manera asombrosa; y ni hablar de la impresionante transformación de Lautaro Delgado como Lady Di, una versión trans de la Mujer Maravilla que no deja ver ni rastro del actor de Los del Suelo.
También se destacan Diego Velázquez como El Doctor y Susana Varela como Nilda, la enfermera que debe ayudar al pobre galeno a sobrevivir a la emboscada del hospital por parte de la policía bonaerense.
¿Y Diego Capusotto? El actor no tiene mucho tiempo en pantalla, y de hecho hay una escena escrita para que reaparezca que no estaba en la novela, pero ya se sabe que el cómico vende y esa es la razón de que aparezca en primer plano en los pósters que coparon las calles en la última semana.
¿La ligará la justica finalmente? El público, como siempre, tiene la última palabra.