Esta primera aventura de Travis Knight, actual director de los estudios Laika, abre un panorama atrapante en el terreno de la animación "cuadro a cuadro" y demuestra que es posible combinar creatividad y bellísimas imágenes en una producción asombrosa.
De la mano de Laika Entertainment, el mismo estudio que trajo Coraline, ParaNorman y Los Boxtrolls, llega esta asombrosa película realizada con la técnica de "stop-motion" o animación "cuadro a cuadro".
Kubo y la búsqueda del samurai es insuperable en su factura técnica y también entrega una historia en la que conviven cómodamente la realidad y la magia del Japón feudal. La realización de Travis Knight puede ser disfrutada por el público infantil y también por el espectador adulto que seguramente encontrará otras lecturas del material.
En una aldea, Kubo -con voz de -Art Parkinson-, un niño con talento para el origami y la música, deberá encontrar las partes que conforman una armadura sagrada que alguna vez supo conseguir su padre, un samurai legendario. Kubo enfrentará entonces a los fantasmas del pasado y en su aventura lo acompañarán una simia parlante -Charlize Theron- y Escarabajo -Matthew McConaughey-.
Ya desde el inicio con su madre a merced de olas gigantescas y varada en una playa, Kubo es un bebé que demuestra ser especial, que a pesar de tener un ojo, tiene la capacidad para ver todo y transformar con los años a todo su entorno a través de los relatos que realiza con figuras de papel.
Esta primera aventura del actual director de los estudios Laika, abre un panorama más que atrapante en el terreno de la animación y demuestra que el tono oscuro y fantasmagórico impreso en la narración logra momentos de alto impacto. En ese sentido, la aparición de las gemelas malvadas -con voz de Rooney Mara- o la presencia del resentido Rey Luna -Ralph Fiennes- le dan al relato un peso dramático que la separa notablemente de las últimas producciones animadas de otros estudios.
Entre dioses, monstruos, costumbres y leyendas capturadas en una narración dentro de otra, Kubo se ubica en un pedestal difícil de destronar.