Kubo y la búsqueda samurai

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Laika, el estudio responsable por perlitas de stop motion como Coraline y ParaNorman, pasa a un nivel de realización “sinfónico”. Tanto la narración como la estética vuelven realidad una amalgama de cuento tradicional japonés con fábulas de los hermanos Grimm y criaturas de Ray Harryhausen que se siente trascendente a cada minuto. Desde que una mujer parte una ola gigante al medio, como Moisés, pero con el mero tañido de un instrumento musical, se impone con majestuosidad la magia. La mujer es la madre de Kubo, que debe abandonar la aldea por una tenebrosa nube. En su viaje lo acompañarán un peluche de mono albino que toma vida y un escarabajo gigante convertido en gladiador, en la versión original con las voces de Charlize Theron y Matthew McConaughey. Por su parte, Kubo enfrenta a su tía bruja desplegando un arsenal de trucos, como transformar papeles en guerreros o un origami de pájaros, entre otras sorpresas. Imperdible, para grandes y chicos.