El torpe Guerrero Dragón rastrea sus orígenes mientras intenta salvar China.
Al fin, y luego de muchas aventuras vistas en la primera entrega, Po (voz de Jack Black) el panda torpe y glotón, logró convertirse en El Guerrero Dragón. Ahora, y con ayuda de los Cinco Furiosos: Grulla (David Cross), Serpiente (Lucy Liu), Tigresa (Angelina Jolie), Mantis (Seth Rogen) y Mono (Jackie Chan), vive solo para impartir justicia a los necesitados y para entrenar con el Maestro Shifu (Dustin Hoffman). Atrás quedaron los tiempos en los que vivía haciendo fideos con su padre, el Sr. Ping (un pato con la voz de James Hong), y los Cinco Furiosos sólo eran muñecos en su colección de Kung Fu.
Luego de vencer al temible Tai Lung en la primera parte, los tiempos de paz parecen durar, hasta que el malvado Shen (Gary Oldman) vuelve con un invento terrible: el cañón a pólvora, lo único que podría eliminar al Kung Fu de la faz de la tierra. Por eso, los maestros de las artes marciales intentarán cortar con los planes de este pavo real, hijo desterrado de los emperadores, que vuelve solo para vengarse de su familia. Y esperan no hacerlo solos, ya que buscarán la ayuda de dos guerreros legendarios: el Maestro Buey (Dennis Haysbert) y el Maestro Cocodrilo (¡Jean Claude Van Damme!), los guardias reales del templo de la familia de Shen que quedarán encarcelados y perderán la fe en el Kung Fu.
Pero hay un problema aún mayor para Shen: hace muchos años, una vidente le dijo que un guerrero blanco y negro sería el responsable de eliminarlo. Desde ese momento, batalló a capa y espada contra todos los pandas, quitando del mapa a la gran mayoría. Desde ahí nos enteramos que Po fue adoptado por Ping (¡vaya!) y que la historia de Shen y del Guerrero Dragón están más vinculadas de lo que parece.
Con más toques emotivos que la primera, y con mejores secuencias de acción, Kung Fu Panda 2 no solo es una digna secuela, sino que en varios aspectos es mejor que la primera parte. La animación mejoró muchísimo, e incluso verla en 3D es un disfrute, con sus texturas y movimientos. Otro adicional más es la inclusión de animaciones 2D para los recuerdos de Po, lo cual le da un sentido homenaje al pasado, tanto del personaje como de las técnicas, que en ningún momento desentonan y demuestran que pueden convivir apaciblemente.
Dreamworks tiene en trámite siete (!!) entregas de Kung Fu Panda. Cuando escuché la noticia, me pareció algo arriesgado e incluso aburrido. Ahora, con dos de dos en el marcador, no puedo hacer otra cosa que sentarme y esperar para ver la próxima aventura de Los Cinco Furiosos.