Po regresa a sus orígenes
Allá por el 2008 (sí, todos estos años han pasado), DreamWorks Animation, eterna competidora de Pixar, estrenó una película que le trajo bastante éxito: "Kung Fu Panda".
La historia del oso panda que era seleccionado como el elegido para transformarse en el Guerrero Dragón, pero antes claro debía aprender artes marciales, se convirtió en un mega éxito. Los chicos adoraron al personaje y toda la mística oriental que traía el filme.
Después hubo una segunda parte en 2011 que no fue tan buena -por el viejo error de creer que más es mejor- y ahora nos llega esta tercera película que redime un poco la saga y da pie a que tengamos artes marciales con animalitos e insectos para rato.
Todo comienza cuando el Gran Maestro Oogway (Randall Duk Kim), en el plano superior donde se encuentra, se enfrenta a Kai (J.K. Simmons), un antiguo amigo suyo que se convirtió en villano por codicioso y por ende tuvo que combatir y vencer hace miles de años atrás. Ahora Kai volvió con un nuevo y ambicioso plan: está robando el chi de los maestros del Kung Fu -derrotándolos uno a uno-, con el único fin de tomar el poder y gobernar toda la China.
Mientras tanto, Shifu (Dustin Hoffman) planea dejarle a Po (Jack Black) su lugar como Maestro del Palacio de Jade y le permite que empiece a entrenar a los Cinco Furiosos. El oso está tratando de adaptarse a esto cuando conoce a su verdadero padre llamado Li (Bryan Cranston), quien lo está buscando.
Esto causa una enorme alegría en Po, y por supuesto los celos del Sr. Ping (James Hong), su padre adoptivo. Pero pronto todo esto pasa a segundo plano cuando se enteran de los planes de Kai y de que la única manera de derrotarlo es que Po encuentre el poder del chi que lleva dentro. Li, su padre, lo convence de visitar la aldea de los pandas en donde le ayudarán a controlarlo.
Si tienen buena memoria -si no, pueden ir a chequear el DVD de sus hijos-, recordarán que la primera película de Kung Fu Panda comienza con un sueño que tiene Po en donde él se cree parte de los Cinco Furiosos y está combatiendo a un villano. Ese villano es Kai. Más allá de este dato, estamos ante una tercera parte de una saga que parecía agotada y de la que no se le podía sacar más jugo o hacer algo original.
"Kung Fu Panda 3", primer filme animado coproducido con China, vuelve a contar con los mismos guionistas y directora, Jennifer Yuh, con el agregado de Alessandro Carloni como codirector. Todos conocen a la perfección la historia y a sus protagonistas, y esa sabiduría está plasmada en esta tercera entrega. Un gran punto a favor, y que no sucedió en los dos primeros largometrajes, es que tienen un poco más de escenas, o protagonismo, los personajes secundarios.
Podemos verles más "la cara" a Grulla (David Cross), Mono (Jackie Chan), Víbora (Lucy Liu), Mantis (Seth Rogen) y Tigresa (Angelina Jolie). Dato de color: cuatro hijos de Brad y Angelina (Shiloh, Pax, Knox y Zahara) ponen sus voces haciendo de pandas.
Esto claramente permite jugar un poco más con la historia y generar otros chistes y es un acierto que lo hayan hecho. Gracias a esto, el largometraje tiene mucho más humor que su antecesora y el agregado de pandas a doquier hace que los más pequeños adoren el producto. El CEO de DreamWorks ya confirmó que habrá más películas en la franquicia, así que será cuestión de esperar.
"Kung Fu Panda 3" es una gran propuesta familiar que, a base de patadas-piñas-patadas, ternura y mucho humor dejará al espectador noqueado de la risa.