Sacá al panda que hay en vos…
Los directores Jennifer Yuh y Alessandro Carloni nos vuelven a fascinar con la tercera entrega de la historia de Po, ese panda torpe y adorable, fanático del kung fu y poseedor del espíritu más entusiasta y amigable que el mundo de la animación nos haya regalado.
En esta ocasión, Po deberá salvar no solo a la aldea donde vive con su padre adoptivo, el ganso Señor Ping, y donde convive con sus mejores amigos, los Cinco Furiosos y su Maestro Shifu, sino que hoy la historia retoma allá donde la segunda parte nos dejó impacientes, a partir de la aparición de su padre biológico Li y junto con él toda una aldea de perezosos y payasescos pandas, los cuales también estarán en peligro.
La historia incluye al personaje más malvado de toda la saga, Kai, un antiguo guerrero que llega desde el mundo de los espíritus al plano de los mortales para robar el “chi”, la energía y el poder que cada uno posee en su interior. Kai irá en busca del chi de todos los antiguos guerreros, incluyendo el del Gran Maestro Oogway, a quien se lo robará en el reino del más allá. Seguirá en su proeza hasta quedarse con el de todos los maestros del kung fu, en especial el del Guerrero Dragón, Po.
La propuesta enfatiza aún más la descripción de la cultura china y está dotada de paisajes de belleza suprema; es destacable la dirección de arte, no solo en esta tercera parte sino en sus predecesoras también: la animación es impecable, el uso de la comedia -casi tragicomedia- está más presente que nunca, y realmente funciona y saca más de una carcajada por escena.
Ante el desafío de formar un ejército de -ahora sí, como el nombre lo indica- “kung fu pandas”, y de aprender a encontrar el chi, Po deberá mostrar toda su valentía y semblanza para proteger a los suyos. El film es una celebración de colores, paisajes, enseñanzas, virtudes técnicas y de guión, similares o superiores a las de la tan aclamada Intensamente, ganadora reciente del Oscar a Mejor Película Animada. Definitivamente este oso guerrero es siempre un deslumbre visual para chicos… y grandes que anden en busca de su chi.