Notable retrato de la India actual, con su modo de impartir justicia y sus tradiciones y costumbres, a partir de la detención de un viejo juglar acusado de incitación al suicidio. Narrada con prodigiosa concisión, inteligentemente planificada, con planos generales maravillosamente coreografiados e iluminados, lúcidos paralelismos sin subrayados (exponiendo, por ejemplo, los diferentes hábitos sociales e ideas de los fiscales) y la cámara casi siempre fija o desplazándose suavemente, Court logra un efecto perturbador no sólo por sus implicancias testimoniales sino también por su sobria belleza y su simpleza no exenta de sutilezas. Sin música extradiegética, yendo de un personaje a otro sin confundir al espectador, su brillante epílogo cierra con un guiño casi humorístico, perfecto para una película que se toma las cosas (incluyendo el cine) en serio.