Presunto culpable:
Cuando hablamos de cine indio siempre se nos vienen a la cabeza esos espectáculos multicolor bollywoodienses trufados de suntuosos bailes y exotismo a raudales. Pero al margen de la industria también afloran otro tipo de películas, más pequeñas, que ponen su empeño en denunciar, desde los márgenes, las taras que rigen a una sociedad que dista mucho de ser perfecta. Si no fuera gracias a la labor hurgadora de los Festivales de cine, y en su extensión, por algunas distribuidoras que apuestan por hacernos llegar un tipo de cine diferente, el acceso a este tipo de obras sería prácticamente imposible