El crecimiento interior
La Afinadora de Árboles (2019) es una comedia dramática dirigida y escrita por Natalia Smirnoff, siendo ésta su tercera película luego de Rompecabezas (2009) y El Cerrajero (2014). Coproducida entre Argentina y México, el reparto está compuesto por Paola Barrientos (El Peso de la Ley, El Jardín de Bronce), Marcelo Subiotto (La Fragilidad de los Cuerpos, Delfín), Diego Cremonesi (Un Gallo para Esculapio), Matías Scarvaci, Oliverio Acosta, Violeta Postolski y Cristina Maresca.
La historia gira en torno a Clara Mains (Paola Barrientos), una autora e ilustradora de libros infantiles que estudió bellas artes y diseño gráfico. Casada con el abogado Francisco (Marcelo Subiotto), el cual también la representa en su labor, Clara acaba de ser galardonada con uno de los premios más relevantes dentro de la literatura infantil. Luego de la celebración, ella decide mudarse junto a su marido y sus hijos de 14 y 10 años a un campo cercano del Dique Luján, lugar donde vivió en su infancia. Al reencontrarse con su ex novio Ariel (Diego Cremonesi), que ahora es el carnicero del pueblo, y con Carlos, el hermano de éste último que en la actualidad es cura, Clara comenzará un proceso interior que la hará replantearse la vida que llevaba hasta ese momento.
Intimista, personal y con bastante atención por el detalle, la nueva cinta de Natalia Smirnoff llega a la cartelera para plantearnos interrogantes sobre la idea del éxito y cómo es que se sigue luego de cumplir nuestros más anhelados sueños. El filme tiene una rareza especial ya que durante la mayor parte del metraje cuesta captar qué es lo que se nos quiere transmitir. Los sonidos del bosque junto a los extensos silencios consiguen sumergir a la protagonista en una etapa de su vida mucho más espiritual, conectándola con sus raíces y haciéndola pensar qué hubiera pasado si no se hubiera ido a vivir a Estados Unidos e Italia. Al volver al pueblo que la vio nacer, Clara se inspira para armar sus cuentos desde otro lugar mucho más terrenal y profundo.
La película puede tornarse aburrida para gran parte del público porque en muchas secuencias da la sensación de que no va a suceder nada relevante o que lo que está pasando no aporta nada al tópico central. Por ejemplo, que la señora que limpia deje de trabajar y se deba buscar un reemplazo o que la hija de Clara vaya a una fiesta. Situaciones como estas solo parecen estar puestas para que la película llegue a determinada duración.
Como protagonista, Clara puede tornarse indescifrable. No obstante su estado se justifica ya que ni ella sabe lo que quiere. Volver a charlar con su ex novio Ariel, reencontrarse con la madre de éste (con la que Clara siempre tuvo muy buena relación) y visitar el comedor de niños que mantiene Carlos, ahora convertido en cura, son momentos que a Clara la terminan transformando.
Con sonidos armoniosos de instrumentos de percusión y secuencias animadas que representan la creatividad de la protagonista a la hora de armar un cuento infantil, La Afinadora de Árboles se cocina a fuego lento pero consigue que el espectador también conecte con la naturaleza. Además, la cinta deja pensando en que a veces las acciones más pequeñas (en el caso de Clara incentivar el arte en un comedor de chicos) dan mayor felicidad.