Tercer largometraje como directora y guionista de Natalia Smirnoff (“Rompecabezas” 2009, “Cerrajero” 2013), ”La afinadora de árboles”, todo un logro en nuestro alicaído cine, y con una trayectoria interesante en el medio cinematográfico, trabajando con nombres conocidos: Lucrecia Martel, Alejandro Agresti, Marcos Bechi, entre otros.
Su nueva realización tiene como protagonista a Paola Barrientos (Clara), que se hiciera conocida del público argentino por la publicidad de un banco, quien anima a una ilustradora y escritora de cuentos infantiles a punto de recibir el premio más importante de la literatura infantil, y de su carrera.
Desde su regreso al país logra concretar su necesidad de mudarse al cono urbano, próximo al lugar de su nacimiento, con su familia integrada por: Francisco (Marcelo Subiotto) esposo, abogado, y representante de Clara, sus hijos Violeta (Violeta Postolski), en su etapa adolescente), y Lisandro (Oliverio Acosta), lo que significa su reencuentra con viejos conocidos, entre ellos un antiguo novio, actualmente carnicero. Ariel (Diego Cremonesi) y su hermano cura, Carlos (Matías Scarvaci), todo lo cual significará un replanteo de su vida, de sí misma, lo que parece inevitable.
Clara se muda, pero no sabemos si es para llevar una vida más tranquila para ella, para el desarrollo de su profesión, o algo más. Allí se reencuentra con antiguos conocidos y eso la lleva a conectarse con una nueva vida, más sencilla, y conectarse con una comunidad en la cual ella y sus hijos se sienten mejor.
Es una película que se toma sus tiempos, ojo, no quiere decir que sea lenta y aburra, todo lo contrario, es una historia que cierra perfectamente en todos sus aspectos, lo que nos habla de un buen guion y una realización en la cual Natalia bSmirnoff sale airosa como directora de actores, todos con un muy buen nivel, parejo y bien logrado, con lucimiento personal de Paola Barrientos, bien contenida, plagada de gestos sutiles, logrando una interpretación excelente.
“La afinadora de árboles” es una mirada femenina, poética, natural, y profunda, que se hace grande en los detalles, que su responsable acentúa cuando pone la cámara al servicio de los personajes siguiéndolos de cerca, logrando que el espectador se sienta parte e involucrado en lo que está viendo, difícil para el público en general, pero no para aquellos ávidos de propuestas diferentes