Doble experimento no muy convincente
Esta película de fantasmas empieza de manera bastante contundente con los registros -primero fílmico y luego en tape- de dos experimentos realizados por universitarios para demostrar la existencia de espíritus. Uno de ellos transcurre en 1973 y es algo ingenuo e incluso gracioso. El otro, más hacia nuestra época, se vuelve más tenebroso aunque encuadrado en el género de las «películas de fantasmas grabados en video» que ya son casi demasiadas.
Pero, luego, el film se toma un impasse de ritmo y clima para centrarse en las andanzas de una pareja que debe cuidar la casa de los padres de ella (Ashley Greene) ubicada en medio de una zona desértica. Pronto empiezan a pasar cosas raras en la casa, como puertas que se abren solas y manchas raras por todos lados. El espectador por un momento creería que con el asunto de las manchas está por aparecer Mr Músculo para hacer una buena limpieza, pero en realidad resulta que el hombre de la casa es uno de los que estaba metido en el último experimento y de algún modo se trajo el espíritu a su nuevo hogar. Pero la preocupación crece cuando se van a un hotel y ahí pasan cosas igual de tenebrosas. Ahí finalmente debe aparecer el personaje más interesante del film, el del joven científico que interpreta Tom Felton encargado de explicar cosas insensatas como todo el guión de este film, y a sufrir sus creaciones en carne propia.
«La aparición» tiene dos o tres momentos realmente siniestros, pero su variación sobre casa embrujada no es demasiado convincente, ni tampoco su concepción de lo sobrenatural como experimento científico, que en realidad, no conduce a ningún lado.