La bahía es una tragicomedia negra con ideas muy estéticas que la convierten en un trabajo excepcional, pero que a muchos les costará interpretar. Bruno Dumont se aleja de otros trabajos realizados, y continúa el perfil cómico de su filmografía que inauguró con la miniserie de cuatro episodios P’tit Quinquin, pero en esta oportunidad ubica entre su elenco a personalidades famosas: Fabrice Luchini, Juliette Binoche y Valeria Bruni Tedeschi.
En el verano de 1910, en la Bahía de la Slack, una serie de misteriosas desapariciones afecta la región. El inspector Machin y su asistente Malfoy se hacen cargo, como pueden, de la investigación. Y muy a su pesar, se encuentran en medio de una extraña e intrigante historia de amor entre Ma Loute, el hijo mayor de una familia de pescadores de costumbres muy particulares (entre ellas el canibalismo), y la andrógina Billie, de una decadente, incestuosa familia de la gran burguesía de Lille.
El escenario vuelve a ser el mismo de toda la obra de Dumont: la costa de Normandía (norte de Francia). En él, el absurdo y el delirio son las herramientas que predominan dentro de esta propuesta insensata, desconcertante y de a momentos divertida, donde la violencia caricaturesca permite dejar ver una mirada crítica sobre las diferencias de clases que retrata.