The Whale” nació como obra teatral, y por primera vez un texto de Samuel D. Hunter, se adapta a la pantalla grande. Él también es el responsable del guion de la película que cuenta con dirección de Darren Aronofsky y que ha cosechado elogios en cada Festival al que se presentó, especialmente por la actuación de su protagonista Brendan Fraser, quien retorna luego de un impasse de varios años en las grandes ligas. En el film es Charlie, un hombre con problemas de salud que se deben principalmente a su obesidad severa, la que se agrava al morir su pareja Alan, un ex estudiante suyo en sus clases de dramaturgia y por quien dejó a su mujer Mary (gran actuación de Samantha Morton) y a su hija Ellie (Sadie Sink) que en ese momento contaba con ocho años de edad. Poca gente lo rodea, esa es su decisión mientras atraviesa una depresión que no le impide intentar enmendar errores del pasado. Muy cerca suyo se encuentra su incondicional amiga, enfermera y ex cuñada Liz (Hong Chau), Thomas (Ty Simpkins) quien llega casualmente a su puerta como tantos jóvenes que predican el Evangelio y quiere ayudarlo y finalmente su hija Ellie (Sadie Sink) que vuelve a verlo por algo puntual. Los encuentros con la adolescente están llenos de furia y reclamos a los que Charlie responde de la mejor manera; ya que pretende recomponer el vínculo. Cada movimiento que realiza le demanda gran esfuerzo y aquí se luce Adrien Morot diseñador del traje y las prótesis necesarias para que el protagonista sea puro desborde. Un relato dramático pero también conmovedor que exhibe almas y corazones rotos y que de la mano de Fraser propone un viaje doloroso e intenso a puro talento sin caer en golpes bajos.